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¿Por qué el canciller alemán aún no ha viajado a Kiev?

Sabine Kinkartz
4 de mayo de 2022

Olaf Scholz no quiere ir a Kiev por el momento. En la disputa por el viaje cancelado del presidente alemán, ve la pelota en el lado ucraniano de la cancha. Una señal debe venir de Kiev.

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El canciller del SPD, Olaf Scholz (centro), con su vicecanciller de los Verdes, Robert Habeck (izquierda), y el líder del FDP, Christian Lindner, delante del Palacio de Meseberg.
El canciller del SPD, Olaf Scholz (centro), con su vicecanciller de los Verdes, Robert Habeck (izquierda), y el líder del FDP, Christian Lindner, delante del Palacio de Meseberg.Imagen: Kay Nietfeld/dpa/picture alliance

¿Se está moviendo algo en la disputa diplomática sobre el viaje de Frank-Walter Steinmeier a Ucrania, que fue cancelado en abril? Básicamente, el canciller mantiene su postura: "Es un problema que el Presidente de la República Federal de Alemania haya sido desinvitado. Esto sigue en el aire", dijo Olaf Scholz al final de un encuentro del gabinete en el palacio de Meseberg, explicando una vez más por qué no quiere ir a Ucrania por el momento. Pero el jefe del gobierno alemán admite que también está pensando en cómo se podría resolver el problema. No quiere formular condiciones, pero: "Ucrania debe aportar su contribución."

Mientras tanto, toda Alemania discute si el canciller se comporta de manera correcta o no. Las críticas del embajador ucraniano Andrij Melnyk no son del todo ajenas a esto. "Hacerse el ofendido no suena muy de estadista", había dicho Melnyk. "Se trata de la guerra de exterminio más brutal desde la invasión nazi de Ucrania. Esto no es un jardín de infancia."

La mayoría de los ciudadanos alemanes apoya a Scholz

Según una encuesta de opinión, uno de cada dos alemanes está de acuerdo con la postura de Scholz. El 49 por ciento de los ciudadanos encuestados por YouGov considera acertado que el canciller no quiera viajar a Ucrania tras la negativa al viaje planeado del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en abril. El 32 por ciento en cambio, lo considera bastante o muy inapropiado. El 19 por ciento no dio ninguna respuesta en la encuesta.

El canciller Olaf Scholz en Meseberg.
El canciller Olaf Scholz en Meseberg.Imagen: Kay Nietfeld/dpa/picture alliance

La negativa de Scholz y la discusión al respecto tuvieron un eco constante durante la reunión a puerta cerrada en Meseberg. Esto también se debió a que ellíder de la oposición, Friedrich Merz (CDU), viajaba a Kiev al mismo tiempo. A través de las noticias y las redes sociales, los miembros de la coalición de socialdemócratas, verdes y liberales pudieron seguir prácticamente en directo cómo el líder de la oposición se anunciaba con un breve video desde el coche cama, cómo hablaba con el alcalde Vitali Klitschko y el portavoz del Parlamento ucraniano, visitaba el suburbio de Kiev de Irpín y finalmente era recibido por Volodimir Zelenski.

Señal a Berlín

El encuentro del presidente ucraniano con el líder de la oposición alemana no estaba previsto en un principio y es extremadamente inusual en términos de protocolo. Los observadores sospechan que puede entenderse como una señal hacia el gobierno alemán. El embajador ucraniano Melnyk insiste repetidamente en que su gobierno estaría encantado de que el canciller fuera a Kiev.

La conversación de Zelenski con Merz duró aproximadamente una hora; una foto muestra al presidente de Ucrania con una camiseta verde oliva estrechando la mano del visitante alemán. "Alemania está al lado de Ucrania y de su valiente pueblo", dijo Merz más tarde. "No solo quedé completamente impactado, sino que todavía estoy conmocionado, no puedes quitarte esas imágenes de la cabeza", dijo, describiendo sus impresiones de Irpín.

"Una visita imprescindible"

Los centros culturales, las guarderías, las iglesias y los hospitales fueron destruidos "de forma totalmente indiscriminada" y con armas pesadas. "Hay que ver eso para comprender toda la tragedia de esos ataques". Merz recomendó que el canciller alemán también viajara a Kiev. "Las conversaciones por teléfono o videoconferencia no son suficientes. Hay que hacerlas en persona".

Mientras tanto, en un viaje a Rumania, el presidente alemán subrayó que sigue dispuesto a hablar con el presidente ucraniano. "Los alemanes apoyamos a Ucrania sin reservas", dijo Steinmeier en Bucarest. Agregó que expresaría este apoyo en visitas como la que efectuó a Rumania, "y por supuesto también en intercambio con mi homólogo ucraniano, si es posible".

¿Invitación cortés al canciller?

¿Se registró esta insinuación en Kiev? En Alemania, la presidenta de la comisión de defensa del Bundestag, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, recomendó el martes al embajador ucraniano que buscara palabras conciliadoras. "Tal vez, querido señor Melnyk, uno simplemente se disculpa con el presidente y luego invita cortésmente al canciller a venir".

Después de lo que dijo Olaf Scholz en Meseberg, eso podría ser suficiente para él.

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