La saltadora de garrocha Silke Spiegelburg

Cuando una niña crece al lado de tres hermanos mayores, ella aprende a interesarse por autos y fútbol. El caso de Silke Spiegelburg es diferente, sus tres hermanos son saltadores de garrocha, y por eso desde muy pequeña se familiarizó con este deporte.

“Me fascinaba como aterrizaban en la colchoneta después de un corto momento de vuelo, mi papá se dio cuenta de ello y me permitió intentarlo. Al principio fue deprimente que el vuelo terminara tan rápido”, recuerda la atleta, qué explica que así fue cómo creció su deseo de saltar cada vez más alto para permanecer más tiempo en el aire; “ese es mi objetivo: que el vuelo sea lo más largo posible”.

4,80 metros para una medalla

Con sus 26 años ya ha alcanzado la altura de 4,76 metros, sin embargo en los Juegos Olímpicos la barra estará mucho más alta: “pienso que hay que saltar 4,80 metros para llegar al podio. En los mundiales de atletismo ya se vio que la competencia internacional es muy fuerte, y eso se confirmó en los juegos de invierno”, cuenta Spiegelburg.

El año pasado, con 4,75 metros, logró una medalla de plata en los campeonatos europeos bajo techo celebrados en Paris, y en el mismo torneo al aire libre, realizado en Helsinki, ocupó la cuarta posición saltando 4,50 metros.

Después del séptimo lugar alcanzado en Pekín 2008, Spiegelburg se ha trazado una meta para Londres 2012: “quiero llegar a la final, y una vez allí darlo todo para estar lo más adelante posible en la clasificación”. La tarea no será fácil ya que el nivel de las saltadoras de garrocha ha sido muy equilibrado en los años recientes.

“La verdad que se depende mucho de la forma que uno tenga el día de la competencia, por eso quiero dar más del 100 por ciento de mi rendimiento” cuenta la estudiante de ciencias de la salud, que revela que para relajarse practica yoga. “Lo hago ya desde hace un par de años y me hace bien, por eso seguiré practicándolo”, agrega.

¿Lo mejor? La Villa Olímpica

Más allá de los lugares de competencia, fuera de los estadios, los Juegos Olímpicos también son un evento muy especial en el que los deportistas comparten su buen estado de ánimo y sus emociones. El principal sitio de encuentro es la Villa Olímpica.

“Lo mejor es cuando uno se encuentra con los otros deportistas de las diferentes naciones en la cafetería. La atmósfera es muy bonita y colorida, ruidosa y llena de música. Eso hay que vivirlo”, relata Silke Spiegelburg.

La saltadora de garrocha aún no ha ganado un título en la categoría de mayores pese a que en su juventud acumuló un triunfo tras otro, e incluso llegó a ser dueña del récord juvenil. Aún así, Spiegelburg ha observado con mucha atención a sus rivales y es probable que en esta ocasión por fin consiga la tan ansiada medalla olímpica.

Autora: Olivia Fritz / DM

Editor: Enrique López