Pena de muerte a Hussein. Se teme más violencia en Irak.
5 de noviembre de 2006La noticia estuvo antecedida por una temporada de marcada violencia que, de acuerdo con la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), actualmente produce un éxodo de 140 mil iraquíes al mes. La violencia en Irak ha causado que 1,6 millones de personas se encuentren en calidad de refugiados dentro de ese país, mientras que otros 1,8 millones han emigrado al extranjero.
Así, la pena capital decretada a Saddam Hussein por una matanza de 148 chiitas ocurrida en 1982 –uno de los muchos procesos a los que se enfrenta el ex dictador- trae consigo reacciones muy distintas en el ámbito oficial y en el militar. Los gobiernos de Estados Unidos y de Inglaterra fueron los primeros en manifestar beneplácito.
La ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, se dijo complacida por el hecho de que "Saddam Hussein y los otros acusados rindan cuentas a las justicia y paguen por los crímenes que cometieron". A su vez, el embajador de Estados Unidos en Irak, dijo que la sentencia marca "un parteaguas en la vida de Irak". Anticipó, sin embargo, que "en las siguientes semanas vendrán tiempos difíciles".
Francia reaccionó con mesura. El país europeo con mayor población musulmana dijo "tomar conocimiento" de los hechos, sin emitir opinión alguna. Desde Montevideo, el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que la sentencia a Hussein no traerá consigo la paz, y recordó que la Unión Europea tiene una posición clara en contra de la pena de muerte.
Así lo reiteró la presidencia del Consejo de Europa, que actualmente recae en Finlandia. La recíen creada Comisión de Derechos Humanos de la ONU, por su parte, también se manifestó contra la ejecución de la pena de muerte decretada a Hussein.
Bagdad, alerta
Luego de conocer el veredicto en su contra, Saddam Hussein llamó a sus seguidores a no buscar actos de violencia. Pero es casi seguro que no se le tomará al pie de la letra. La comunidad chiita manifestó júbilo por la noticia; en cambio, más de mil iraquíes sunitas prometieron venganza en la ciudad de Tikrit, donde nació Hussein hace 69 años.
El ejército estadounidense ya se encuentra en estado de alerta ante una posible escalada de violencia. El gobierno iraquí surgido de la ocupación estadounidense decretó toque de queda tanto en Bagdad como en dos provincias del país. El aeropuerto de la capital iraquí se encuentra cerrado al tráfico aéreo. Esto no ha impedido que 20 personas murieran este domingo al explotar varios proyectiles en un distrito al norte de Bagdad. Esto puede ser el tan sólo inicio de una escalada mucho peor, o al menos eso es lo que temen las fuerzas estadounidenses.
El ex presidente de Irak había demandado que no se diera a conocer el veredicto en su contra antes del 7 de noviembre. Temía que, de suceder así las cosas, la sentencia vendría a favorecer al Partido Republicano en las elecciones parlamentarias a celebrarse ese día en Estados Unidos.
A río revuelto, ganancia de Bush
Y es que, en efecto, la noticia da un nuevo respiro al presidente George W. Bush en tiempos en los que incluso las facciones conocidas como "neoconservadores", que forman parte del núcleo duro en torno a Bush, habían comenzado a cuestionar la efectividad de sus estrategias en Irak. Entre otros, el asesor del Pentágono Richard Perle señaló hace unos días que, de haber conocido la evolución de los acontecimientos, no hubiera recomendado la invasión a ese país. El republicano Kenneth Adelman, experto en armamentismo y antigüo colaborador del presidente Ronald Reagan, afirmó que la administración de George W. Bush "resultó ser una de las más incompetentes de la post-guerra".
La pena de muerte a Saddam Hussein no sólo fue contundente sino, a la luz del panorama electoral estadounidense, enormemente oportuna para la causa republicana. Pero el lunes mismo comenzará otra parte de la historia. Entonces dará marcha de manera automática el proceso de apelación.