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Paul Biedermann quiebra récords de natación, ¿será por el bañador?

29 de julio de 2009

No falta quien sospecha que algo de dopaje ha de haber entre tanto récord batido. Pero en el Mundial de Natación de Roma algunos compiten con ayuda de un arma secreta: un súper bañador que tiene ahora los días contados.

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Paul Biedermann: dos medallas de oro, dos récords mundiales en Roma.Imagen: AP

"Odio decir esto porque sueno a mal deportista, pero ese récord mundial nunca hubiera sido posible sin el bañador", aseguraba la leyenda australiana de la natación Gran Hackett. El récord al que se refería es el logrado por el alemán Paul Biedermann ante Ian Thorpe en los 400 metros libres. El bañador, uno de la marca Arena dotado de la tecnología suficiente para, al parecer, batir a todos los grandes en las piscinas. Después de superar la marca de Thorpe, Biedermann venció en los 200 metros al estadounidense Michael Phelps, catorce veces campeón olímpico: otro mejor tiempo, segunda medalla de oro para el germano.

Paul Biedermann mit Schwimmanzug
X-Glide de Arena, el "bañador high-tech" de Biedermann.Imagen: AP

El bañador magnífico

A sus 22 años, Paul Biedermann ha derrotado nada más y nada menos que a Michael Phelps. El estadounidense ostentaba el récord del mundo y llevaba cinco años sin perder una carrera internacional.

Alemania tiene nueva estrella y su estrella porta al parecer la ropa de trabajo adecuada: en este caso, un estrecho bañador de cuerpo entero, excepto mangas y pies, que según los expertos le ahorra energía. Las ventajas del "súper bañador", el "bañador magnífico" o el "bañador high-tech" se prometen tales que incluso la nadadora Lisbeth Trickett cambió su Speedo por el modelo X-Glide de Arena, el que porta Biedermann, para competir, según sus palabras, "en igualdad de condiciones" contra su archirival, la alemana Britta Steffen.

Paul Biedermann mit Schwimmanzug
X-Glide de Arena, el "bañador high-tech" de Biedermann.Imagen: AP

Desde que en 2008 los trajes maravillosos, que se diferencian principalmente en el tejido del común de los bañadores, entraran en escena, la natación profesional vive una sucesión constante de récords mundiales: sólo el año pasado se fijaron 133 nuevas mejores marcas, en lo que llevamos de campeonato mundial en Italia otras 15 se han sumado a la lista. Ante semejantes cifras, no es de extrañar que muchos echen de menos los viejos tiempos en los que "el rendimiento humano, y no la ciencia, ocupaba el primer plano", comenta Steffen.

Sin embargo, los bañadores podrían ser los responsables de tanta velocidad, o tal vez el dopaje. Según la cadena de televisión alemana ARD, la Federación Internacional de Natación (FINA) descuida cada vez más sus labores antidoping. La emisora estatal asegura que el organismo no ha llevado a cabo en Roma ni un solo análisis de sangre y no controla a los nadadores en los periodos previos a los mundiales desde 2003.

Fecha final: 2010

Badehose von Michael Phelps
A partir de 2010: sólo los buenos y viejos bañadores.Imagen: AP

Tras los escándalos provocados por el Tour de Francia, la opinión pública europea ha ganado en sensibilidad en lo que al tema dopaje se refiere. Aunque prensa y aficionados festejaban sus victorias, los dos récords mundiales consecutivos de Biedermann no tardaron en parecer sospechosos. Nunca ha hecho uso de sustancias prohibidas, tuvo que hacer constar el nadador en rueda de prensa.

Pero tampoco en los milagros del bañador dicen creer al cien por cien ni Biedermann ni Phelps. "A mí me derrotó un nadador, no un traje de baño. Paul hizo una gran carrera. Contra él no tuve nada que contrarrestar los últimos 50 metros", declaró el estadounidense. "Toda esa locura en torno al bañador le resta méritos a lo rendido por los deportistas en Roma", criticó Biedermann. Por eso, el alemán dice estar "muy contento" de que la FINA haya decidido prohibir la alta tecnología en los trajes de baño a partir de 2010.

Dentro de algo más de un año, los nadadores volverán a vestir "los buenos, viejos bañadores", se alegró el ex campeón olímpico Michael Groß. Entonces, sólo estarán permitidos los tejidos tradicionales, completamente de tela y sin nada de plástico. Éstos sólo podrán llegar hasta las rodillas y los de las mujeres tendrán que dejar la espalda al aire. "Eso era lo que queríamos", se alegró el entrenador del equipo nacional germano, Dirk Lange, de la decisión. Y no es el único aplaude la medida.

Autora: Luna Bolívar

Editor: Pablo Kummetz