En su avance hacia el este de Europa, los verdugos nazis arrojaron al principio los cadáveres de sus víctimas a fosas comunes. Más tarde, sin embargo, cuando la contraofensiva soviética cambió el curso de la guerra, temieron que sus crímenes pudieran ser descubiertos. Y pensaron en cómo eliminar las huellas de sus asesinatos. Esa metodología sistemática para borrar el rastro de los crímenes y las despiadadas prácticas con las que se llevó a cabo, son un capítulo casi desconocido de la II Guerra Mundial. Allegados de los judíos, gitanos, partisanos o simples civiles asesinados entonces, aguardan hasta hoy algún indicio sobre el paradero de sus familiares o esperan, 80 años después, que se les dedique, al menos, un memorial digno. El documental acompaña a la organización francesa Yahad-In Unum en su investigación en la actual Ucrania. En la región de Leópolis intentan localizar lugares donde tuvieron lugar ejecuciones en masa y hablar con testigos aún vivos. El reportaje narra asimismo la historia de Rüdiger Schallock, quien busca también en el área de Leópolis indicios que esclarezcan si su abuelo, el SS Walter Schallock, estuvo implicado en los crímenes nazis. Su actividad en la II Guerra Mundial arroja hasta hoy una sombra traumática sobre la familia Schallock.