En la segunda guerra mundial, los nazis ofrecían a algunos de sus prisioneros de guerra la posibilidad de colaborar. Uno de esos prisioneros fue John Demjanjuk, de origen ucraniano. Lo destinaron al campo de exterminio de Sobibór en 1943. En las cámaras de gas de este campo murieron 250.000 judíos, 28.000 de ellos en los meses en los que Demjanjuk trabajó allí como guardia. En 2011 Demjanjuk fue condenado en Múnich a 5 años de cárcel acusado de colaborar en el asesinato sistemático de judíos. Pero fue dejado en libertad por su avanzada edad. Hoy el ex criminal de guerra nazi murió en un asilo de ancianos aquí en Alemania.