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“Ni descontroladamente ni con demasiada generosidad”

Mirra Banchón4 de septiembre de 2007

La Unión Europea planea directivas para permitir la entrada temporal a fuerza laboral de terceros países. ¿Es factible? DW-WORLD conversó al respecto con Wolf Klinz, representante de la industria y parlamentario europeo.

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¿Trabajar temporalmente en Europa?Imagen: picture-alliance/dpa

En el marco de la Política de Vecindad, la comisaria europea para Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, anuncia una nueva directiva europea que permita la inmigración temporal de ciudadanos de terceros países.

Frenar la inmigración ilegal y suplir ciertas carencias en el mercado laboral es la meta de este plan. El proyecto goza del beneplácito del comisario europeo para Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, quien ve en la migración legal una oportunidad de paliar la implosión demográfica europea y también un arma para combatir la innegable explotación a la que se ve sometido el trabajador ilegal. “Proponemos una migración circular y movilidad laboral en asociación con nuestros vecinos y con los países que deseen ayudarnos a manejar la migración más efectivamente”, anunció el comisario Frattini a comienzos de este verano.

DW-WORLD conversó al respecto con Wolf Klinz, economista de largo historial como directivo en la industria automovilística alemana, en la asesoría de empresas y de las Cámaras de Comercio e Industria europeas. Ahora es diputado al Parlamento Europeo por el partido Liberal y miembro de la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana.

La comisaria de Asuntos Exteriores presenta a los países vecinos de la Uníón Europea un plan de movilidad laboral hacia Europa, que se traduce en la posibilidad de que ciudadanos de terceros países obtengan visa de trabajo temporalmente. ¿Cuán factible y bueno es este plan?

Lo nuevo de esto es que estamos hablando, concretamente, de inmigraciones temporales legales. Sin embargo, el que se permita la entrada a Alemania a ciudadanos de esos países, no puede decidirlo la Comisión en Bruselas, eso es competencia de cada país miembro de la Unión Europea. Teniendo eso en cuenta, el asunto no irá con la celeridad que la señora Ferrero-Waldner se lo imagina.

Hay que considerar que en este momento la inmigración hacia Alemania y hacia Austria está bloqueada. Contamos desde 2004 con 10 países nuevos en la Unión Europea, Chipre, Malta, Rumania y Bulgaria incluidas. Y Alemania tiene cerrado su mercado laboral. No veo por qué, entonces, tengamos que abrir la puerta ahora a trabajadores de Moldavia, Libia o Egipto. El plan propuesto no debe ser entendido como que en uno o dos años vamos a abrir nuestras fronteras. Ni siquiera para ciudadanos seleccionados.

El Gobierno alemán planteó en Meseberg un plan para permitir la inmigración de personal cualificado…

Se trata de que hay necesidad de personal cualificado –que no podemos cubrir con el ejército de desempleados en Alemania. Se piensa suplir esa falta con una migración seleccionada de especialistas extranjeros. En sí el planteamiento es bueno, como lo prueba la experiencia de otros países. En ese sentido, personalmente abogo por una política de inmigración razonable, que siguiendo ciertos criterios y orientada a determinadas necesidades del sistema económico permita la inmigración de personal cualificado. Repruebo una política que abra las exclusas sin ninguna restricción.

El problema de un país como Alemania es que tiene una migración de personas que, en realidad, no aportan mucho a su mercado laboral, pero cargan sus sistemas sociales. En un país como Canadá de cada 100 inmigrantes, 50 tienen formación académica. En un país como Alemania en cada 100 inmigrantes, hay 10 con formación académica.

¿Por qué ofrecer una posibilidad de legalización? ¡Siga leyendo!

Asylbewerber demonstrieren
Una solicitante de asilo, Oldenburg 2006Imagen: PA/dpa

Pero esa fuerza laboral se necesita, y el ramo de la limpieza está lleno de ilegales de América Latina, por ejemplo. ¿Por qué no ofrecerles a esos trabajadores una posiblidad de trabajar legalmente?

Antes de pensar en países como ésos, debemos dejar entrar de manera legal a las personas de los nuevos países de la Unión Europea. No veo por qué ahora tenemos que empezar a pensar en Ucrania, Moldavia o Bielorrusia o en otros, si todavía tenemos cerradas las puertas para checos, eslovacos y polacos.

Puedo imaginarme que a nosotros nos iría muy bien, si -por lo menos en el campo del personal cualificado que nos hace falta y no podemos cubrir- abriésemos las puertas a personal de Polonia y otros países. Pero justo con los poco cualificados, no me parecería razonable. Imagine que todo el personal de limpieza se legalizara… tan pronto pierdan su empleo, entrarían al sistema social alemán convirtiéndose en una carga más.

¿Por qué cierra sus puertas Alemania si países como Inglaterra, Suecia e Irlanda las abrieron al momento de la ampliación y les ha ido bien?

Porque hasta ahora se ha pensado que con una cuota de desempleo de hasta hace poco 10% que sobrepasaba los cuatro millones, políticamente no es vendible que dejemos entrar al país mano de obra del extranjero. Si eso es justo… sobre eso podemos discutir. Claro está que para el 2011, según lo estipulado, Alemania tiene que haber abierto las puertas de su mercado laboral para los países que son miembros de la Unión Europea. Y eso es en cuatro años. Alemania haría bien en abrir ya su mercado laboral a personal cualificado.

¿Qué opina usted de la solución de visas temporales de trabajo para países como España, que se enfrenta a cientos de inmigrantes arribando a sus costas?

Creo que el problema de los inmigrantes temporales debemos solucionarlo de otra manera: mejorando el control en las fronteras exteriores de la Unión Europea para evitar que esos cientos de inmigrantes en pateras lleguen. Flotas delante de las costas de los países exportadores de migrantes, delante de las costas de África.

Ofrecerles visa temporal… eso no es una solución. Entonces llegarían más, porque es un incentivo, como la legalización del medio millón de ilegales que hubo en España. Humanamente una solución muy generosa, pero aumenta el incentivo para aquellos que están en el Norte o el Oeste del África dispuestos a venir. Yo diría que aquí no se debe actuar ni descontroladamente ni con demasiada generosidad.