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Los niños pisotean el follaje hasta desmenuzarlo. Luego arrancan las hojas de sus viejos cuadernos. Todo esto se mezca con agua y luego se prensa. Los niños del orfanato Jharuwarashi, a unos diez kilómetros al sur de Katmandú, la capital de Nepal, elaboran briquetas ecológicas. Un esfuerzo que vale la pena. El orfanato se financia por medio de donaciones privadas, y la leña es muy costosa. Aunque para los niños, preservar el bosque sigue siendo lo más importante.