1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
CulturaMéxico

México: emerge rostro esculpido de guerrero en Chichén Itzá

10 de noviembre de 2023

La pieza recuperada mide 33 centímetros de alto, 28 de ancho y 22 de profundidad. Se puede deducir que sus parámetros escultóricos concuerdan con los utilizados en las épocas más tempranas de Chichén Itzá.

https://p.dw.com/p/4YfMd
El rostro de un guerrero encontrado en Chichén Itzá, México.
El rostro de un guerrero encontrado en Chichén Itzá, México.Imagen: INAH

Ceñido con un yelmo de serpiente con las fauces abiertas y un tocado de plumas, el rostro esculpido de un guerrero emergió durante las excavaciones que se efectúan con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el llamado Templo 6 de Maudslay, perteneciente al conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, México.

El hallazgo fue dado a conocer por el director general del Instituto Nacional de Antropología de Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, tras presentar los últimos reportes del salvamento arqueológico realizado en su fase conclusiva en las obras del Tren Maya.

La Zona Arqueológica de Chichén Itzá
La Zona Arqueológica de Chichén Itzá en el sureste de México.Imagen: INAH

Prieto Hernández sostuvo que el hallazgo del citado rostro antropomorfo, en Chichén Itzá, es muestra de ese contacto que los mayas de hoy pueden tener con su pasado.

Refirió que el elemento prehispánico, el cual debió formar parte de un diseño escultórico mayor, fue encontrado como parte del relleno constructivo, en el lado este del basamento del Templo 6 de Maudslay, llamado así en alusión al explorador británico.

Mexiko | Fund aus Ausgrabungsstätte Chichén Itzá
El rostro del guerrero está fracturado pero se mantiene en buen estado.Imagen: INAH

Las tareas, lideradas por el proyecto arqueológico de Chichén Itzá, permitieron recuperar la pieza de 33 centímetros de alto, 28 centímetros de ancho y 22 de profundidad que, a pesar de estar fracturada, destaca por presentar un buen estado de conservación. Gracias a ello, se puede deducir que sus parámetros escultóricos concuerdan con los utilizados en las épocas más tempranas de la ciudad maya (600-900 d. C).

ee (INAH)