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México: el grito silencioso de los migrantes

Astrid Prange (JAG/ELM)15 de febrero de 2016

Latinoamérica necesita dinero y EE.UU. fuerza laboral. La migración es un tema importante en el viaje del papa Francisco a México y el éxodo de indocumentados también determina la campaña electoral estadounidense.

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Imagen: picture alliance/ZUMA Press/G. Coronado

Las campanas suenan melancólicas en la pequeña e idílica ciudad de Pajuacarán en el centro de México. Hay una estrecha calle que conduce a un lago donde se refleja el sol, pero el idilio miente. “La huida es un mal necesario”, dice un agricultor mexicano, “de otra forma no podríamos subsistir. Aquí en la tierra no se gana nada. Tengo que ir a Estados Unidos”.

En manos de "coyotes"

La escena procede de documental “La otra cara de la inmigración”, para el que el director, Roy Germano, profesor en la universidad de Nueva York, entrevistó a 700 mexicanos. Millones de personas de Latinoamérica intentan cada año atravesar la frontera de 3.200 km de longitud entre México y Estados Unidos. La ruta, organizada por los llamados "coyotes", cuesta entre 1.500 y 7.500 dólares por persona. Y a muchos también les cuesta la vida.

Valla en la frontera de Estados Unidos y México.
Valla en la frontera de Estados Unidos y México.Imagen: Getty Images/AFP/R. Schedmidt

Para el director Roy Germano, esa emigración en masa es una válvula social. “El Gobierno mexicano se puede permitir ignorar a los pobres del campo porque sus familiares de Estados Unidos envían anualmente miles de millones de dólares a las familias”, explicaba el diario español El País. Pero… ¿qué pasaría si ese flujo de dinero se detuviese? Para Roy Germano, habría peligro de desordenes sociales como los que se produjeron en 1994 en Chiapas.

Oración en la frontera

Durante su viaje a México, el papa Francisco quiso poner el dedo en la llaga y el 17 de febrero celebrará una misa en Ciudad Juárez, al lado de la frontera con Estados Unidos, que también será seguida en directo por los creyentes del lado estadounidense. Dos días antes, visitó el estado de Chiapas, que al ser fronterizo con Guatemala es considerado como una de las estaciones de tránsito para migrantes de Centroamérica.

Francisco recibido por Peña Nieto en México.
Francisco recibido por Peña Nieto en México.Imagen: Reuters/Mexico Presidency

Los obispos centroamericanos desearon que el papa fuese a la frontera con Estados Unidos, aclara Bernd Klaschka, director de la asociación católica de ayuda Adveniat, que acompaña a la comitiva en su viaje por México. “Espero que también se trate el tema de la migración infantil”, continúa Klaschka. El numero de menores que huyen en solitario sigue aumentando cada año

En vista de la dimensión del problema, la Conferencia Episcopal Mexicana fundó una comisión para tratar sobre la asistencia espiritual a migrantes. Con la ayuda de fondos de la Iglesia, se trata de financiar proyectos de ayuda destinados los migrantes devueltos desde Estados Unidos y a albergues.

Republicanos contra indocumentados

Este tema sobre la ola de migrantes procedente de Latinoamérica siempre provoca cierto malestar entre México y Estados Unidos. Según los datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), cada año hay unos 390.000 mexicanos que emigran a EE.UU, además de otros muchos procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala.

En la precampaña electoral de Estados Unidos, esta crisis migratoria se ha convertido en tema principal para los candidatos presidenciales republicanos. El candidato Donald Trump insiste en difamar a todos los inmigrantes de México como “traficantes y violadores”, exigiendo además la deportación de todos los indocumentados de Estados Unidos. Una afirmación ante la que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, tuvo que reaccionar: “Los migrantes son discriminados y explotados en todo el mundo”, aclaró el mandatario ante la prensa local, al tiempo que envió una indirecta a Donald Trump : “La situación será todavía peor si se culpabiliza a los emigrantes y sus familias de los problemas de su hogar por oportunismo político”.

Cuando el papa Francisco rece al lado de la frontera en Ciudad Juárez enviará una señal a todo el mundo contra la instrumentación política del tema de los migrantes. Pero también recordará a las víctimas que perdieron la vida en el camino, miles de latinoamericanos que nunca llegaron a Estados Unidos, ni tampoco consiguieron volver a sus casas.