Museo se enfrenta al pasado colonial de Alemania
El arte de la era colonial revela la fascinación y el sometimiento de las regiones controladas por las potencias europeas. Una exhibición montada en Bremen aborda este complejo período de la historia.
Postal del antiguo memorial colonial en Bremen, antes de 1945
La Galería de Arte de Bremen es el primer museo de Alemania y el segundo en Europa, después del Tate británico, en revisar su colección desde una perspectiva postcolonial. Los visitantes pueden ver una exhibición de una gama de trabajos que forman parte del tesoro del museo, exhibición que estará montada desde el 5 de agosto hasta el 19 de noviembre de 2017.
'Bremen, la llave hacia los océanos", 1935 aproximadamente
En los siglos XVIII y XIX, la ciudad hanseática de Bremen era un centro global de actividad comercial e intercambio internacional. Por ende, era un punto de partida para la expansión y la explotación colonial alemana, así como un puerto desde donde millones de migrantes salieron en busca de sus sueños en el nuevo mundo, en el siglo XIX.
'Monte Fuji desde una plantación de té de Katakura, en la provincia de Suruga', 1830
La colección de la galería incluye tallados en madera de Japón, la mayoría de los cuales pertenece al período Edo (1603-1868). Hacia 1853, la marina de EE. UU. forzó a Japón a abrirse al comercio. En 1905, Heinrich Wiegand, director de la naviera alemana Norddeutscher Lloyd, financió un viaje a Japón gracias al cual la mayoría de las obras maestras del museo fueron adquiridas.
Anuncio de la compañía Norddeutscher Lloyd, 1935 aproximadamente
Embarcaciones de la Norddeutscher Lloyd llevaron a artistas alemanes como Emil Nolde y Max Pechstein a islas del océano Pacífico poco antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Además de artistas, los barcos también transportaban tallados en madera japoneses y obras de arte sudamericanas, entre otras valiosas cargas. Trabajos de esas regiones precisamente son expuestos en Bremen.
'Cabeza de hombre', Emil Nolde, 1913-14
El artista germano-danés Emil Nolde fue uno de los muchos pintores modernistas que se inspiraron en esculturas provenientes de África y el Pacífico. Sin embargo, tales trabajos fueron a menudo realizados sin comprender cabalmente el contexto cultural de las piezas y sin reconocer los créditos a los artistas originales.
'Naturaleza muerta con manzanas y plátanos', Paula Modersohn-Becker, 1905
Esta popular pintura de comienzos del siglo XX es un recordatorio de las relaciones comerciales entre los mercaderes de Bremen, Holanda y Reino Unido. Estos dos países tenían un gran número de colonias. Las interacciones sociales entre esos grupos se centraban en torno a los bienes coloniales, algunos de los cuales fueron representados por artistas como Modersohn-Becker.
'Máscara de una mujer tahitiana', Paul Gauguin, 1890
Reconocido por sus obras que representan a las mujeres tahitianas, Paul Gauguin estuvo a fines del siglo XIX viajando por las colonias francesas. El arte inspirado por esos recorridos es conocido como primitivista. Es un concepto complejo para la teoría postcolonial: pese a que celebra la humanidad "virgen", es denigrante al asumir que esas culturas no han alcanzado estándares occidentales.
'Reina Victoria,' artista desconocido de Nigeria, ca. 1900
Esculturas como ésta de Nigeria muestra cómo las potencias europeas eran representadas por los artistas en las colonias. Obras prestadas por el Museo de Etnología de Hamburgo, como ésta, son puestas a disposición del público como parte de la exhibición "El punto ciego" y da una idea clara de un momento muy particular de la historia.
'Cui Bono,' Hew Locke, 2017
El artista escocés Hew Locke centra su trabajo en la globalización y el colonialismo. Su última obra, "Cui Bono", está inspirada por los barcos históricos de los mercantes hanseáticos. Según Locke, "la búsqueda de la riqueza, los conflictos violentos y el deseo de seguridad son factores que han afectado los movimientos de personas a nivel global a lo largo de los siglos".