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Murió Hans-Dietrich Genscher, un acróbata de la diplomacia

Beatrix Beuthner1 de abril de 2016

Fue un político que marcó a Alemania. Un estadista que contribuyó a la reunificación. Como ministro de Exteriores gozó de reconocimiento internacional. Genscher murió el jueves a los 89 años.

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Hans-Dietrich Genscher Buchvorstellung 12.11.2014
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Balk

“Hemos venido a comunicarles que hoy ha sido autorizada su salida”. Es sobre todo esa frase de Hans-Dietrich Genscher la que queda en el recuerdo. La pronunció el 30 de septiembre de 1989, en el balcón de la embajada de la República Federal de Alemania en Praga. Las últimas palabras no llegaron a escucharse en medio de la algarabía de miles de ciudadanos de la RDA que se habían refugiado en el jardín de la representación diplomática. Fue el momento más conmovedor de su vida política, diría Genscher más tarde en una entrevista. “Fue una explosión masiva de alegría casi inimaginable”, agregó.

Un diplomático de pura cepa

Con inquebrantable disposición al diálogo, Genscher abogó siempre por el fin de la Guerra Fría. “Nuestro objetivo es lograr la paz en Europa y que Alemania se reunifique en paz y libertad”, dijo en 1975 en un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El credo de Genscher fue “aproximarse al otro”: escuchar, desarrollar empatía y hablar. Con esa estrategia podía por un lado ser muy duro, como por ejemplo, cuando condenó en 1979 enérgicamente la invasión soviética de Afganistán. Por otro, con sus habilidades diplomáticas siempre logró ser aceptado como interlocutor.

El gran momento político de Genscher vino cuando se avizoró un cambio en la política de Moscú. La Unión Soviética quería implementar reformas económicas y políticas, en cuyo marco los países del Pacto de Varsovia, es decir, también la RDA, tendrían un mayor margen de maniobra para llevar adelante reformas internas.

Un sueño se hace realidad

Un sueño se hizo realidad para Genscher con la reunificación de Alemania. Él mismo había nacido en la RDA, en 1927, cerca de Halle. Luego de la reunificación, visitó una y otra vez la ciudad. Vivió los primeros años de la dictadura comunista en la RDA como afiliado al Partido Liberaldemocrático de Alemania, que, bajo presiones y después de sufrir varias detenciones, debió renunciar a la línea crítica de sus comienzos. Genscher abandonó la RDA en 1952, se asentó en Bremen y comenzó a trabajar como abogado.

Como miembro del Partido Liberaldemocrático (FDP) de Alemania Occidental, Genscher fue de 1969 a 1974 ministro del Interior del Gobierno de Willy Brandt. En 1972, terroristas palestinos secuestraron a once integrantes equipo israelí que estaba compitiendo en las Olimpiadas de Múnich. Dos israelíes murieron poco después del secuestro. Los otros nueve rehenes, un policía alemán y cinco terroristas murieron durante el ataque de la policía para liberar a los israelíes. “Fue el peor día de mi larga carrera como miembro del Gobierno de Alemania Federal. No le deseo a nadie pasar por la misma experiencia”, diría Genscher más tarde.

Cambio de coalición

Genscher fue de 1974 a 1992 ministro de Relaciones Exteriores de la República Federal de Alemania y simultáneamente vicecanciller, primero en el gabinete de Helmut Schmidt (socialdemócrata). En 1982 dio la espalda a esa coalición y aceptó aliarse a la CDU/CSU (conservadores): una decisión que disgustó a muchos en su partido y que también a él mismo le costó tomar, como dijo más tarde, porque estimaba a Helmut Schmidt por su fuerte personalidad.

Hans-Dietrich se retiró de la política activa en 1992. Alcanzó los 89 años de edad y queda en la memoria del pueblo alemán como uno de los pocos estadistas alemanes de fama mundial.