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Macedonia y Albania: solución para los refugiados de la UE

Adelheid Feilcke
27 de junio de 2018

La UE confirma el comienzo de las negociaciones sobre la adhesión de Macedonia y Albania en junio de 2019. La UE da el paso adecuado, opina Adelheid Feilcke.

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Bildkombo Flagge EU Albanien Mazedonien
Imagen: Imago

Aunque tras de este rotundo sí vengan muchos "peros”, el compromiso de la UE hacia ambos países de los Balcanes Occidentales es una contundente señal para la región y también para Europa: Albania y Macedonia son importantes para nosotros, son nuestros socios, aliados y pertenecen a nuestra familia europea.

Muchos se frotarán los ojos asombrados: ¿No fue hace tan solo tres años cuando miles de albaneses llegaron a Alemania en el curso de la crisis de los refugiados? Inmigrantes que vinieron a Alemania debido a la pobreza y la desesperanza, para probar suerte aquí. Ya hoy no se habla sobre ello, al contrario: Albania y Macedonia se consideran ahora socios importantes en la gestión de los flujos migratorios y de refugiados.

Avances y desventajas

¿Qué ha sucedido? Albania y Macedonia han progresado objetivamente en términos de democratización y desarrollo, también en lo que respecta al Estado de derecho. Macedonia ha evolucionado de manera muy positiva, especialmente desde el cambio de gobierno. Se ha convertido en un niño modelo en los Balcanes Occidentales, especialmente desde que se encontró una solución a la disputa por el topónimo "Macedonia” con Grecia. A pesar de haber logrado algunos éxitos, ambos países todavía tienen déficits graves. Es especialmente preocupante la carencia de independencia del poder judicial al igual que el enmarañamiento entre la política y la mafia. Por lo tanto, el nuevo proceso de acercamiento a la UE y las negociaciones concretas de adhesión deben supervisarse con especial atención.

Albania y Macedonia forman parte de los seis Estados de los Balcanes Occidentales. Estos países, situados entre Grecia, Bulgaria y Croacia, miembros de la UE, conforman una zona agobiada por varias dificultades históricas y actuales. Se trata de problemas estatales con componentes políticos y étnicos sin resolver, que tienen todavía el potencial de convertirse en conflictos violentos. Ahora, el abrazo amistoso de la UE debería conducir gradualmente a ambos países a un repunte económico y a reducir las tensiones regionales. Después de Serbia y Montenegro, Albania y Macedonia pronto se hallarán más cerca de la UE. Kosovo y Bosnia-Herzegovina, por otro lado, siguen siendo rehenes de su condición de no ser reconocidos como Estados y seguramente sin probabilidad de adherirse a la UE.

Feilcke Adelheid, jefa de las redacciones europeas de DW.
Feilcke Adelheid, jefa de las redacciones europeas de DW.

Integrarlos antes de que lo hagan Rusia y China

La situación en los Balcanes Occidentales es complicada. Y, sin embargo, todos los países se orientan hacia la UE. Pero existe el temor justificado de que los países de los Balcanes Occidentales se cansen de la UE y, por ello, se orienten más hacia China, Rusia o Turquía. Esa es otra de las razones por las que no se debe subestimar el mensaje de la UE: Ustedes pertenecen a Europa y nosotros nos comprometemos con ustedes.

Pero todo esto está detrás de otro interés que une a la UE y a ambos países: el tema de la seguridad europea y el control de las fronteras y los flujos de refugiados. Todos los demás aspectos se conocen desde hace mucho tiempo y, sin embargo, no aceleraron el proceso de integración. Pero ahora, en el contexto del debate en torno a la fortificación de Europa ante los migrantes y la seguridad de las fronteras, ambos países han pasado a primer plano. Ofrecen algo que podría salvar a la UE de sus propios apuros: ante las puertas de la UE, pero fuera del espacio Schengen y Dublín, podrían implementarse algunos conceptos para realizar controles provisionales.

Útiles, pero ¿no bienvenidos?

Es cínico y paradójico a la vez: Albania y Macedonia son países particularmente atractivos debido a que no están en la UE, pero tienen muchos cientos de kilómetros en común con las fronteras de países de la UE. Puede ser una situación beneficiosa para todos: la UE puede zafarse del dilema de sus limitaciones a la hora de acoger y distribuir refugiados si integra a ambos países en los conceptos de seguridad. Aunque el primer ministro de Albania, Edi Rama, rechazó hoy categóricamente crear campos de refugiados de la UE en su propio país, hay muchos problemas agudos en torno a la seguridad y la migración, que pueden solucionar en conjunto la UE y Albania.

Macedonia y Albania forman parte del destino de la Comunidad Europea. A esta conclusión llegaron también las capitales de la UE. La pronta adhesión de Macedonia a la OTAN será el siguiente paso lógico. Europa cierra sus flancos abiertos dada la continua presión ejercida por el asunto de los refugiados. Macedonia y Albania, países que en el pasado ocasionaron problemas, se convertirán en parte de la solución.

Adelheid Feilcke (RMR/ER)