Más direcciones y… ¿menos privacidad?
6 de junio de 2012Una nevera, un televisor, un computador, un sistema de calefacción, un automóvil… ¿Qué relación tienen entre ellas todas estas “máquinas”? Aparentemente poca, aunque si indagásemos a fondo en sus piezas, probablemente encontraríamos mucho en común. Sin embargo, a partir de ahora la interconexión entre sistemas tan diferentes como estos será sustancialmente más intensa. Tan intensa, que incluso cambiará nuestro modo de vida.
Como si de una primicia se tratase, Alemania comenzó por fin la anunciada transformación del antiguo protocolo de Internet (o dirección IP) IPv4 al nuevo IPv6, posibilitando el indexamiento de muchas más páginas y terminales de lo que hasta ahora estábamos acostumbrados. Dicha medida, adoptada por la saturación de todas las direcciones hasta ahora disponibles, impulsará la conexión entre diferentes terminales en Internet e incluso la interacción entre ellas.
Para hacernos una idea en cifras, de los 4.300 millones de direcciones de Internet que tenemos ahora, con el IPv6 se podrán alcanzar los 340 sextillones de direcciones (340 seguido de 36 ceros). O lo que es lo mismo, a partir de ahora, cada aparato podrá tener su propia “dirección” y funcionar de forma autónoma con ella, terminando con el sistema actual de direcciones IP compartidas.
¿Qué significa para la industria?
Con este cambio sustancial en cuanto al número de cifras que integran el protocolo (de 32 se llegarán ahora a las 128 cifras), las posibilidades se amplían para su uso; pero también requieren una adaptación por parte de la industria. En Alemania, 1.400 empresas fueron las primeras en embarcarse en esta renovación, aunque la gran transformación durará hasta final de año.
Por ahora, sólo se observa una leve diferencia en el flujo de datos. Lo que para algunos, todavía no es suficiente. “Hubiese deseado que el aumento del flujo de datos fuese más rápido”, comentó Norbert Pohlman, del Instituto de Seguridad en Internet de Gelsenkirchen, a la Agencia dpa. “Está pasando algo pero debería pasar mucho más”, puntualiza el experto. Aun así, a pesar de la rápida implantación de las nuevas direcciones, el uso de ambos protocolos continuará funcionando de modo simultáneo durante varios años para evitar conflictos.
¿Y para el usuario?
Al igual que un mero trámite, y a pesar de la incompatibilidad de ambos protocolos, el usuario privado no notará problemas a la hora de utilizar el IPv6. Solamente en algunos casos aislados, la conexión podría ralentizarse. Pero en otros será notablemente más rápida. Para evitar problemas, según los expertos, bastaría simplemente el uso de sistemas operativos actualizados.
Pero velocidades de conexión aparte, la gran diferencia para el usuario estará sin embargo en la posibilidad de identificación. “Las nuevas direcciones de Internet tienen el potencial de convertirse en una especie de placa identificativa para cada usuario independientemente del número de terminales que éste utilice”, aclaraba Peter Schaar, responsable federal para la protección de datos.
Para evitar esta invasión en la privacidad, se plantean soluciones como las llamadas Privacy Extensions, a través de la cuales se codificará una parte de la dirección, ocultando la identidad del usuario. En este sentido, Schaar se mostró acorde con las recomendaciones del Consejo Alemán IPv6, según las cuales no debe permitirse la identificación personal a través de direcciones IP. Sin embargo, al igual que en otras ocasiones, la puerta podría quedar entreabierta sin las correspondientes tecnologías.