La Catedral de Nuestra Señora domina el panorama de Múnich con sus 99 metros de altura. Turistas de todo el mundo se dan cita en la Marienplatz, frente a la fachada neogótica del ayuntamiento, para admirar el baile de las figuras del reloj. El Museo Alemán, el mayor museo de ciencia y tecnología del mundo, anima a los visitantes a tomar parte activa.
Las fuentes del Palacio de Nymphenburg no dejan indiferentes. Luis II de Baviera, "el rey loco”, vino al mundo en esta residencia favorita de los regentes bávaros en 1845. Múnich hace vida en la calle durante la época estival. Los turistas comparten los bancos de las cervecerías al aire libre con ejecutivos y hombres y mujeres ataviados con trajes típicos de la región. Juntos disfrutan de la sombra de los árboles mientras saborean una cerveza. Es el preludio perfecto para la Oktoberfest, que se celebra desde 1810 en el Theresienwiese, un prado situado cerca del centro de la ciudad. Allí festejan muniqueses y turistas una de las mayores fiestas populares del mundo.