Los ciudadanos extracomunitarios podrán entrar en un futuro de forma más rápida y sin problemas en la UE: sin mostrar el pasaporte a los funcionarios de fronteras. Oficialmente, esto ahorrará a los viajeros tener que esperar colas interminables en los controles. Así al menos pinta la UE su iniciativa. Pero la propuesta de las llamadas “fronteras inteligentes” es controvertida.