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Luz verde a las “quimeras”

DW-WORLD21 de mayo de 2008

La decisión del parlamento británico de permitir la investigación con embriones híbridos de humanos y animales con fines estrictamente científicos divide las opiniones en la prensa europea.

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¿Hasta dónde puede llegar la ciencia?Imagen: AP/Bayer

Tages-Anzeiger, de Zúrich: “El temor ante seres híbridos es profundo. Las modernas ‘quimeras’ (embriones de humanos y animales) que tienen origen en laboratorios son altamente polémicas y su producción está prohibida en muchos países, entre los que se cuenta también Suiza. No es que los científicos vayan a crear bebés con cuernos o terneros con brazos y piernas. El objetivo es conseguir células madre a partir de embriones híbridos. Pero ¿por qué realizan los investigadores semejantes experimentos que recuerdan a los legos en la materia la historia de Frankenstein? El motivo es practicar. (...) El temor a los experimentos con óvulos animales es infundado, porque está prohibido implantar embriones híbridos en una mujer. Por lo demás, éstos no pueden desarrollarse ni convertirse en un organismo.”

La amenaza científica

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “La indignación y el malestar provocados por este nuevo tabú roto por los científicos son más grandes que el peligro que emana de esas criaturas. En la apreciación de los legos, que de todos modos desde hace tiempo ya no entienden qué umbrales experimentales y éticos se están traspasando o soslayando en los laboratorios, es la ciencia misma la que se convierte cada vez más en una amenaza. La última flexibilización de la ley alemana sobre células madres y ahora los experimentos británicos son un símbolo de eso. Con dudosas promesas de curación y evaluaciones de beneficios, la ciencia parece dispuesta a derribar casi cualquier muro de contención moral”.

La humanidad se traiciona

Nürnberger Zeitung, de Núremberg: “Intranquilizador resulta el que la humanidad se traicione a sí misma, al mezclar sus genes con genes animales. ¿No hay acaso más dignidad en la enfermedad y el dolor que en un método con el que ponemos en juego lo más propio de nuestro ser, en aras de la eterna salud y la inmortalidad terrenal? Ante ese trasfondo parece casi un pecado venial que Inglaterra permita a los padres de niños enfermos crear por vías artificiales un ‘hermano’ cuya razón de existir equivale a la de un depósito de repuestos genéticos.”

El juramento hipocrático

Nepszabadsag, de Budapest: “La ciencia ha pasado una vez más por encima de las directrices morales y éticas imperantes. Los partidarios del dogma quizá recuerden que, desde la antigüedad, los médicos prestan el juramento de Hipócrates. Nada más. Con su ética. Y éste señala, en lo sustancial, que está prohibido causar daño a los pacientes. Lo que resolvió el parlamento británico, sin embargo, a lo sumo perjudica al dogma y ciertamente no al paciente. El segundo mandamiento hipocrático señala que se debe hacer todo lo posible por ayudar a los enfermos. Y precisamente eso es lo que cumple la nueva ley aprobada en Londres.”