1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Love Parade: el alcalde de Duisburgo aceptaría un proceso de destitución

2 de agosto de 2010

Después de los tristes acontecimientos durante la pasada Love Parade en Duisburgo, el drama político entorno a la búsqueda de responsabilidades continúa, con alcalde de la ciudad ejerciendo el papel protagonista.

https://p.dw.com/p/OaQN
Adolf Sauerland, actual alcalde de Duisburgo.Imagen: picture alliance / dpa

Además del de tristeza, existe estos días en Duisburgo otro sentimiento generalizado: la indignación para con el alcalde de esta urbe del noroeste alemán, el un día querido Adolf Sauerland.

Que el representante municipal vaya a sobrevivir políticamente al desastre organizativo de la Love Parade, que le costó la vida a 21 personas y mantiene a otras cinco hospitalizadas, parece absolutamente descartado. Sin embargo, Sauerland se resiste tanto a presentar su dimisión como a esclarecer cuáles son sus planes de futuro. El motivo podría ser económico, lo que aún enardece más los ya de por sí exacerbados ánimos.

Adolf_Sauerland_DEU_Lovepar.jpg
Adolf Sauerland quiere esperar a que concluyan las investigaciones abiertas, pero aceptaría una moción de censura.Imagen: AP

Sauerland aceptaría una moción de censura

Después de consentir la celebración de un mega evento con graves faltas en la seguridad y trágico resultado como fue la pasada Love Parade, dar buena imagen política resulta difícil. Muchos opinan en Alemania que el único modo de estar en tal situación a la altura del cargo es dimitiendo, y la información que se va filtrando sobre lo sucedido en la previa del desastre confirma cada vez más las demandas de renuncia.

Pero el cristianodemócrata Sauerland no dejará voluntariamente su puesto. Al menos, no de momento. "Pido comprensión. Necesito más claridad acerca de la responsabilidad real de la administración local antes de asumir la responsabilidad política", declaró el alcalde este lunes (02.08.2010) por medio de un comunicado. Una comisión interna estudia todavía los hechos y aún no ha presentado sus conclusiones, recordó Sauerland.

Aún así, el alcalde se dijo, para sorpresa de la gran mayoría, "naturalmente" dispuesto a aceptar cualquier moción de censura que el concejo municipal presente en su contra. Lo que Sauerland sigue sin relevar, no obstante, es qué hará en caso de perderla: tiene derecho a impugnación, lo que podría llevar a Duisburgo de nuevo a las urnas.

La próxima reunión del concejo está planeada para el 4 de octubre y el Partido La Izquierda ha presentado ya su solicitud de moción. Los socialdemócratas, que califican la actitud de Sauerland de "tomadura de pelo a los ciudadanos", podrían secundar la acción, si es que la presión no obliga al alcalde a retirarse antes.

¿Es por el dinero?

Algunos medios en Alemania sospechan que tras la estrategia de Sauerland podrían esconderse motivaciones económicas. Si dimite, el alcalde tendría derecho a una pensión mensual que se calcula tomando como referencia sus 20 años de trabajo como maestro y su primer periodo al frente del ayuntamiento de Duisburgo (2004-2009). Si una moción de censura lo relega de sus funciones políticas, recibiría durante el mes de su destitución y los tres siguientes su sueldo regular, y después el 71 por ciento del mismo hasta concluido el periodo completo para el que inicialmente fue electo.

La batalla de Sauerland

Loveparade Sauerland
Manifestación en Duisburgo contra aquellos a los que los ciudadanos responsabilizan de la tragedia, Sauerland incluido.Imagen: AP

"Sauerland es culpable", puede leerse en unos carteles colgados a la entrada del túnel en el que cundió el pánico entre la atrapada multitud. Al entierro y a la ceremonia en recuerdo de las víctimas no acudió al alcalde porque se temía que pudiera ser objeto de la ira de los demás asistentes. Desde la catástrofe es Duisburgo una ciudad a la deriva, y sin capitán.

Pero no siempre fue así. En otros tiempos a Sauerland se le tenía por un político accesible y cercano al pueblo, un compañero más en esta región industrial. Seis años lleva al frente del ayuntamiento sin que se hayan oído mayores quejas. Ahora se pide su cabeza. El alcalde la defiende a capa y espada y la mayoría se pregunta por cuánto tiempo seguirá dando batalla.

Editora: Luna Bolívar Manaut (dpa/ epd/ rtrd)