Los diez lagos más bellos de Alemania

En el "Steinhuder Meer" se experimenta la sensación de estar a orillas del mar. Eso podría explicar el nombre engañoso del lago ("Meer" significa "mar", no "lago"), que se encuentra a unos 30 kilómetros al noroeste de Hanover. El paisaje alrededor del lago es variado: bosques, páramos, brezales y dunas de la edad de hielo invitan a pasear en bicicleta.

El lago Müritz, en el norte de Alemania, tiene una superficie de más de 110 kilómetros cuadrados. Esto lo convierte en el lago más grande de Alemania. El lago de Constanza, en el sur, es aún más grande, pero comparte su superficie con los países vecinos de Austria y Suiza. El lago Müritz se encuentra en Mecklenburgo, una región turística con muchos lagos, playas, extensas praderas y bosques.

Hay muchos lagos alrededor de Berlín, y el más conocido es el Wannsee. Una playa de arena fina de 1.200 metros de largo también nos hace sentir como si estuviésemos en la playa. Y esa sensación no es tan errónea, ya que parte de la arena de la playa procede de la costa del Mar Báltico. La playa de Wannsee ofrece espacio para hasta 50.000 bañistas. En verano, se llena de gente.

La ciudad de Hanover tiene un lago en su puerta: el lago Masch. Fue creado artificialmente en la década de 1930 y se extiende frente al Nuevo Ayuntamiento, una de las grandes atracciones turísticas de esa ciudad (foto). Desde su cúpula se goza de una vista maravillosa sobre el lago.

El lago Titisee está situado en las montañas de la Selva Negra en el suroeste de Alemania. En verano, allí se puede nadar o alquilar un barco a pedales. En invierno, el lago se hiela ocasionalmente. El paseo marítimo pueden disfrutarlo tanto los turistas como los residentes de Titisee-Neustadt, y es especialmente bello.

El lago más grande y profundo de Alemania, que comparte sus orillas con Austria y Suiza, se encuentra en el sur del país. Alli el clima es tan mediterráneo que incluso las palmeras crecen, mientras que en el fondo los nevados Alpes se elevan hacia el cielo. En la foto se ve el centro urbano de Constanza. Desde aquí parten barcos de excursión.

La bañera de Múnich: así se llama a menudo al lago Starnberg. Se encuentra a pocos kilómetros de la capital bávara, y en verano es una zona de recreación para los habitantes de la ciudad. Hay muchos lugares hermosos para bañarse, algunos con playas de arena. Surf a vela, ciclismo, senderismo, y todo ello con un maravilloso panorama de montaña como telón de fondo.

El lago Chiemsee también tiene un apodo: se le llama "Mar Bávaro" porque con sus 18 kilómetros de longitud, es el lago más grande de Baviera. La belleza natural de este lago también fue apreciada por el rey Luis II, que hizo construir el castillo de Herrenchiemsee como una versión bávara de Versalles en Herreninsel, la isla más grande del lago. Sus jardines e interiores están abiertos al público.

En Walchensee, uno de los lagos alpinos más profundos y grandes de Alemania, el Caribe parece mezclarse con la bucólica Baviera. Rodeado de majestuosas montañas, el lago brilla de color turquesa. El color inusual del agua proviene de los muchos cristales de carbonato de calcio que contiene, que reflejan la luz del sol. Son arrastrados al lago desde las montañas de Karwendel.

Muchos pintores se han sentido fascinados por la belleza del lago Königssee, en el Parque Nacional de Berchtesgaden, y la han plasmado en el lienzo. Junto al lago, el macizo de Watzmann se eleva abruptamente, proporcionando un escenario espectacular. Se puede ir en un barco eléctrico hasta la iglesia de San Bartolomé, en la península de Hirschau. La visita se ecológica, y vale la pena.