Los bonobos luchan por su supervivencia
Son los parientes más cercanos del ser humano, y sin embargo el hombre es su mayor amenaza. En todo el mundo solo quedan unos 10.000 bonobos que luchan por sobrevivir. Una iniciativa en el Congo los ayuda.
Nuestros familiares más cercanos
Los bonobos de la República Democrática del Congo están en peligro de extinción. Solo quedan cerca de 20.000 de esos primates. Hace 40 años todavía había aproximadamente 100.000. El peligro más grande:el hombre. Los bonobos jóvenes son cazados y vendidos como mascotas. Su carne es famosa por ser “exótica” y se los vende en mercados locales. Pierden su hábitat por la deforestación de las selvas.
Malos nadadores
Bonobos solo hay en la República Democrática del Congo. Habitan en la Cuenca del Congo, una selva enorme, casi tres veces más grande que Francia, en el oeste del país. Esta región está limitada por varios ríos, también por el río Congo. Según expertos, esa es la razón por la que estos antropoides nunca salieron de esa región: los bonobos no saben nadar.
Casi idénticos
Un 98 por ciento del ADN de los bonobos es idéntico al de los seres humanos. Eso significa que los bonobos son parientes más cercanos del ser humano que gorilas. Por eso, los bonobos y los seres humanos son tan parecidos. Pero también hay diferencias fundamentales. Un ejemplo: los bonobos pueden sufrir de enfermedades como sida, pero son inmunes a la malaria.
"Haz el amor, no la guerra"
Los bonobos parecen vivir según esa divisa. Evitan las peleas, y, en situaciones de conflicto, tratan de tranquilizar al grupo. Se abrazan y comparten cosas en lugar de luchar. El método más popular de los bonobos para resolver tensiones: tener sexo y acariciarse unos a otros. Otra razón por la que los bonobos son tan pacíficos: las hembras son las jefas.
"Lola ya Bonobo"
Eso significa "Paraíso de los bonobos”, y es el nombre de la única reserva natural del mundo para bonobos huérfanos. Se encuentra a media hora en automóvil de la capital del Congo, Kinshasa. “Lola ya Bonobo” fue fundado en 1994 por Claudine Andre. Allí se cuida a los bonobos salvados por los trabajadores de la reserva de ser vendidos en los mercados locales, y luego son liberados de su cautiverio.
Preparados para vivir en la selva
En las 75 hectáreas de selva de la reserva “Lola ya Bonobo” viven más de 60 bonobos. Estos monos han sido encontrados y atrapados por los trabajadores de la reserva, y son criados y cuidados para prepararlos para su futuro en libertad, juntos con sus congéneres. Desde el año 2009, los trabajadores de la reserva pusieron en libertad a dos grupos de bonobos huérfanos.
El país de los bonobos
Tan pronto como los bonobos sean mayores, pueden volver a su tierra natal. Son llevados en grupos a una reserva protegida que tiene más de 20.000 hectáreas de selva, en la provincia de Equateur. La reserva se llama “Ekolo ya Bonobo”, que significa “País de los bonobos”. Se planea ampliar el área a 100.000 hectáreas de selva, para poder proteger a los bonobos a largo plazo.
Una madre sustituta humana
Los pequeños cuyas madres fueron asesinadas están gravemente traumatizados. Los bebés bonobos necesitan el cariño de sus madres hasta que cumplen aproximadamente cuatro años, y, si no lo reciben, mueren por el estrés. Por eso, los bebés tienen una madre sustituta humana en la reserva que los cuida, todo el día, dándoles seguridad para que puedan sobrevivir. Incluso lleva a los bonobos a la cama.
Educación contra la extinción
Según los trabajadores de la reserva, más de 30.000 personas visitan el área protegida cada año. La mayoría son alumnos congoleses. El concepto de “Lola ya Bonobo” es educar para acabar con la caza de bonobos. Un guía acompaña a los turistas por la reserva y nativos informan sobre la vida de los familiares más cercanos de los seres humanos.
¿Del enemigo al amigo?
75 años: ese tiempo les queda a estos primates sobre la Tierra, según los ecologistas. Si la gente no cambia su comportamiento, no habrá un futuro seguro en la República Democrática del Congo para los bonobos, ya que en 2100 podrían haberse extinguido para siempre.