“Lo mejor de la tradición científica de México y Alemania”
8 de septiembre de 2016La cooperación científica entre México y Alemania tienen una larga tradición y se remonta a los tiempos del explorador Alexander von Humboldt. No obstante, en la práctica, la mayoría de los estudiantes mexicanos opta por hacer su doctorado o postdoctorado en universidades estadounidenses.
Durante muchos años, Francia, España y Gran Bretaña fueron los principales destinos de los estudiantes latinoamericanos en Europa. Sin embargo, en las últimas décadas, las universidades germanas han cobrado cada vez más importancia. Actualmente, a nivel académico, la cooperación mexicano-alemana se centra sobre todo en las ciencias naturales y la ingeniería.
“Lo mejor de ambos mundos”
Con el Colegio Internacional de Graduados “Entre Espacios. Movimientos, actores y representaciones de la globalización”, cobró forma un proyecto pionero en el mundo académico. En 2009, profesores del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín fundaron el primer Colegio Internacional de Graduados (CIG) mexicano-alemán.
Patrocinado por la Comunidad Alemana de Investigación (DFG, por sus siglas en alemán) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT), el proyecto “Entre Espacios” tiene como objetivo impulsar la formación de jóvenes científicos en el campo de las ciencias sociales y de la cultura y abrir nuevas perspectivas a los estudios sobre la globalización.
“Hemos inventado un sistema académico para unir lo mejor de ambos mundos”, dice Stefan Rinke, en entrevista con DW. El historiador de la Universidad Libre de Berlín cuenta que hay grandes diferencias entre los programas de doctorado en México y Alemania. Mientras que en el país latinoamericano los estudiantes de doctorado deben asistir a clases y son asesorados permanentemente por el director de tesis, en Alemania la tutoría es menos intensiva y los estudiantes se concentran básicamente en escribir su tesis.
Tradición interdisciplinaria e intercultural
Rinke explica que el programa del Colegio Internacional de Graduados contempla largas estadías en universidades mexicanas y alemanas, por lo que los estudiantes se benefician de ambos sistemas. “Los mexicanos que vienen a Alemania agradecen la libertad y el tiempo que tienen para investigar. En México, en cambio, los alemanes pueden asistir a cursos que les interesen y reciben más asesoría”, señala.
La investigación en el CIG abarca varias disciplinas: historia, ciencias políticas, sociología, economía, antropología social y cultural, así como literatura y ciencias de la cultura. 20 profesores de instituciones mexicanas y alemanas conforman el equipo. Aparte de la Universidad Libre de Berlín, participan en el proyecto la Universidad de Potsdam, la Universidad Humboldt de Berlín, así como El Colegio de México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Stefan Rinke explica que el CIG saca a concurso becas para tres años tanto para estudiantes de doctorado como de postdoctorado. Asimismo, muchos doctorandos asociados participan en el programa. El historiador subraya que la convocatoria está abierta a académicos de todo el mundo y no solo de México y Alemania.
Un ejemplo a seguir
Para Rinke, el proyecto piloto ha sido “sumamente exitoso” y ha beneficiado la percepción sobre Alemania como emplazamiento científico: “Con el CIG mostramos que la ciencia alemana puede brillar a nivel internacional”. El historiador también hace hincapié en que se trata de un proyecto donde los científicos en México y Alemania colaboran a un mismo nivel.
El proyecto “Entre Espacios” no solo ha llamado la atención en el mundo académico, donde universidades estadounidenses han mostrado interés en adoptar el modelo, sino que también ha sido reconocido por políticos mexicanos y alemanes del más alto nivel.
Puesto que la Comunidad Alemana de Investigación solo fomenta proyectos por 9 años, en 2018 Stefan Rinke y sus colegas presentarán un nuevo proyecto basado en el actual Colegio Internacional de Graduados. “Nos reinventaremos, propondremos un nuevo tema de investigación y renovaremos el personal y el programa aprendiendo de la experiencia de los últimos siete años”, señala.