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Liberación de Giuliana Sgrena una verdadera tragedia

CHP5 de marzo de 2005

La periodista italiana, Giuliana Sgrena, regresó a Roma. Su liberación, después de un mes de secuestro, mutó en tragedia por la intervención del ejército estadounidense que disparó contra el convoy que la transportaba.

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Víctima de las balas estadounidenses.Imagen: AP

La periodista Giuliana Sgrena, secuestrada durante un mes en Irak, regresó a Italia, herida y muy afectada por la muerte de uno de los agentes secretos que la acompañaban tras su liberación.

Soldados de EEUU tirotearon su vehículo cuando se dirigía al aeropuerto de Bagdad, y alcanzaron mortalmente al agente Nicola Calipari, que protegió con su propio cuerpo a la reportera de los disparos.

Otros dos agentes resultaron heridos en la refriega, uno de ellos grave, además de la propia Sgrena que, tras aterrizar en el aeropuerto romano de Ciampino, fue conducida en ambulancia al hospital militar del Celio, donde en los próximos días será operada de una fractura de clavícula.

Graves acusaciones contra militares de EEUU

Pier Scolari, compañero de la periodista italiana Giuliana Sgrena, dijo en Roma, según cita de agencias de información, que los militares de EEUU no querían que saliera viva del país árabe por las informaciones de que disponía.

"Giuliana tenía informaciones y los militares estadounidenses no querían que saliera viva", dijo Scolari tras señalar que no descarta que el tiroteo contra su automóvil, que costó la vida al agente secreto Nicola Calipari, fuera "una emboscada".

Silvio Berlusconi, convocó de forma urgente al embajador de EEUU en Roma para expresarle su protesta y pedir una aclaración. En una comparecencia nocturna, Berlusconi utilizó un inusual tono de dureza con la administración estadounidense y dijo que se trataba de un asunto "muy grave" y que "alguien debía asumir responsabilidades".

El presidente de EEUU, George W. Bush, habló después por teléfono con el jefe del Ejecutivo italiano para expresarle sus condolencias y asegurarle que se investigaría lo sucedido.

Una versión completa de los hechos será referida este mismo sábado por la reportera, que está ingresada en el hospital militar romano del Celio, a los fiscales de Roma que han abierto una investigación sobre la muerte del agente Calipari.

Por su parte, el ministro italiano de Exteriores, Gianfranco Fini, comparecerá el próximo martes en la Cámara de Diputados para informar sobre lo sucedido y, un día después, hará lo propio Berlusconi en el Senado.

Buen trato por parte de secuestradores

La reportera, que anoche ya fue intervenida de urgencia en Bagdad para retirarle una esquirla que le tocó ligeramente el pulmón, fue recibida por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, familiares y compañeros de su periódico, "Il Manifesto". Sigliani indicó que durante su cautiverio se le trató dignamente.

Fuentes del Ministerio de Defensa señalaron que el cadáver del agente secreto será repatriado este mismo sábado. Nicola Calipari, de 50 años y padre de dos hijos, será recibido como un héroe, después de su muerte al proteger a modo de escudo a la periodista, por cuya liberación negoció en primera línea, al igual que hizo en precedentes secuestros de italianos en Irak, como en el caso de las cooperantes Simona Pari y Simona Torreta.