Las mujeres de Casa Xochiquetzal
En México se encuentra el único albergue en el mundo para trabajadoras sexuales de la tercera edad. La directora de Casa Xochiquetzal, Jesica Vargas González, lucha incansablemente por sacar adelante el proyecto.
Mi casa es tu casa
“Trabajamos con personas que requieren de nuestra atención y cariño. Entonces hay que ponerle todo el corazón, pues es su casa. Finalmente nosotros solo estamos de visita, pero la casa es de ellas, y hay que tratarlas con todo el respeto”, dice Jesica Vargas González, directora de Casa Xochiquetzal.
Un destino compartido
El perfil de las mujeres que son admitidas como residentes en la casa hogar es específico: tienen que ser trabajadoras sexuales o haber ejercido este oficio, ser mayores de 55 años de edad y no contar con el apoyo de familiares o programas sociales.
Un descanso para el alma
Cada una de las 24 señoras que viven en Casa Xochiquetzal cuentan con un cuarto con cama. Asimismo, reciben tres comidas al día. Muchas vivían en situación de calle y han encontrado en el albergue su primer hogar en décadas.
Actividades fijas
En la casa hogar, las mujeres tienen actividades fijas para “dar estructura a sus vidas, porque están acostumbradas a estar en la calle, a no saber si van a comer, lograr tener algún cliente o pasar la noche seguras”, cuenta la directora de Casa Xochiquetzal. Las residentes tienen horarios para comer, limpiar sus cuartos, asistir a sus talleres, salir a pasear y hacer ejercicio al parque.
Asistencia integral
La meta del albergue Casa Xochiquetzal es ofrecer un espacio digno a trabajadoras sexuales de la tercera edad. Aparte de la vivienda y comida, las señoras también reciben atención médica, psicológica y asesoría legal.
Más vale tarde que nunca
Asimismo, las mujeres de Casa Xochiquetzal asisten a la escuela para concluir sus estudios primarios y secundarios. Algunas incluso aprendieron a leer y escribir en el albergue. En enero de 2015, a sus 83 años, la residente de mayor edad se graduó de la primaria. Ahora está estudiando la secundaria.
Talleres re(creativos)
A las habitantes del albergue se les proporcionan talleres ocupacionales, por ejemplo, de pintura, bordado y cartonería, donde pueden dar rienda suelta a su imaginación. El trabajo manual es al mismo tiempo una terapia recreativa.
Una casa hogar de puertas abiertas
Las mujeres también salen de la casa hogar para trabajar o visitar a sus amigas. A veces, invitan a sus colegas y excolegas a vivir en el albergue cuando las ven en un estado vulnerable, cuenta Jesica Vargas. Casa Xochiquetzal también ofrece asistencia médica, psicologica y asesoría jurídica gratuita a trabajadoras sexuales de la tercera edad que no residen allí.