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Sociedad

Sobre placares y confinamientos: ser LGBTQI+ en pandemia

19 de febrero de 2021

“La pandemia vino a exhibir sin tapujos la brecha de desigualdad que existe entre los grupos sociales”, dice a DW Ari Vera Morales, mujer trans defensora de los derechos del colectivo LGBTQI+.

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USA Gay Pride in New York
Imagen: picture-alliance/Zumapress/A. Lohr-Jones

Ser parte del colectivo LGBTQI+, es decir, lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer o intersexual, resulta en tiempos de pandemia aun más riesgoso de lo habitual.

Y es que en el actual contexto "han quedado expuestas de forma contundente las terribles consecuencias del estigma, la discriminación, la opresión, la represión, la violencia, el hostigamiento, los prejuicios, el odio y la exclusión”, sostiene en relación a la situación de esta comunidad, el informe Coronapapers, publicado por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe, ILGALAC.

Todo lo cual se suma a cuestiones estructurales: "Existe una fuerte desigualdad histórica que viven las personas LGBTI+ en nuestros países”, afirma el documento.

Asimismo: "La naturalización del prejuicio y el desprecio hacia la vida de las personas LGBTI les obliga a los lugares más asimétricos de la sociedad. Y cuando aparecen este tipo de pandemias, reciben los golpes más devastadores”, indica, por su parte, Wilson Castañeda Castro, director de la "Corporación Caribe Afirmativo", en diálogo con DW desde Colombia.

Wilson Castañeda Castro
Wilson Castañeda Castro, director de la Corporación Caribe AfirmativoImagen: privat

La situación, en tanto, se verifica con características comunes en los diferentes países de la región. "La pandemia vino a exhibir sin tapujos la brecha de desigualdad que existe entre los grupos sociales”, afirma a DW Ari Vera Morales, mujer trans nacida en Veracruz, México y cosecretaria de ILGALAC.

"En el caso de las personas LGBTQI+ el impacto fue diferenciado aun dentro del mismo colectivo. No es la misma situación que enfrenta una persona LGBTQI+ con trabajo estable y con acceso a la atención médica, que aquella que no los tiene”, aclara Vera Morales, también directora de Relaciones Institucionales de la Federación Mexicana de Empresarios LGBT+.

Así, a una comunidad históricamente discriminada y relegada, se le suman ahora las consecuencias de la pandemia, que potencian y refuerzan su vulnerabilidad y desprotección.

Como ejemplo: "Los gobiernos de Panamá, Perú y Colombia han implementado durante el confinamiento medidas de pico y género, para que su población saliera a comprar alimentos en días establecidos. Por ejemplo, los días martes, las mujeres, y los jueves, los hombres”, relata la referente mexicana.

"Y esto fue un problema para las personas trans, puesto que sus identificaciones no correspondían con su género autopercibido, por lo que, en un principio, fueron arrestadas y perseguidas por la policía”, critica.

Ari Vera
Ari Vera Morales, cosecretaria de ILGALACImagen: Gabriel Escobar

"Muchas de las medidas implementadas por los gobiernos partieron desde sus propias percepciones de vida, desde sus privilegios, sin tomar en cuenta que no todas son heterosexuales, no todas tienen un techo donde dormir, o un trabajo estable”, analiza la experta.

No solo es cuestión de leyes

Vale remarcar, además, que el colectivo de diversidades sexuales no es, ni pretende ser, homogéneo. 

Y en ese sentido, "en los últimos años, en América Latina crecía el imaginario en relación a que los derechos de las personas LGBTI estaban resueltos, por el avance tan significativo en materia de igualdad real, como el matrimonio igualitario, o las leyes antidiscriminación”, asegura Castañeda Castro. 

"Sin embargo, la pandemia develó una situación que siempre ha estado ahí: la pobreza estructural que afecta a las personas LGBTI, las asimetrías sociales y la dificultad para acceder a servicios de salud pública de la mayoría de ellos y de ellas”, recalca este defensor de los derechos del colectivo.

Y agrega: "Son realidades que siempre han estado presentes, pero las hemos dejado atrás para avanzar más en la constitución de un movimiento LGBTI ilustrado, urbano, clase media, que resuelve todo con la igualdad legal”, critica.   

Particularmente grave es la situación en Haití, donde "el aumento de la represión hacia el colectivo LGTBI está relacionado con el auge de movimientos religiosos y conservadores”, según afirma la activista y defensora de derechos humanos haitiana Edmide Joseph en las páginas de los Coronapapers.

Y en ese marco, afirma: "Sin pudor, los grupos religiosos dicen a quien quiera escucharlos que las personas LGBTI somos la maldición de la humanidad, que es nuestra comunidad la que causa todo lo que sucede en la naturaleza, incluido el coronavirus”.

Así las cosas, se trata de problemas de larga data que se refuerzan, y de otros nuevos que se agregan: el colectivo LGBTQI+ ha quedado expuesto a otra de sus horas más difíciles.

(cp)