1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Las claves sobre la reforma de la política agrícola de la UE

Jeannette Cwienk
21 de octubre de 2020

La UE negoció la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) durante dos años. El mayor punto de discordia fue la protección del medio ambiente. Pero, ¿qué papel debería desempeñar esta en los subsidios del bloque?

https://p.dw.com/p/3kFni
Traktor besprüht die neuen Ernte im Herbst mit Pestiziden, St Herrestad, Skåne län Provinz, Schweden, Europa
Imagen: Alf Jönsson/imageBROKER/picture-alliance

Este es el capítulo más grande del presupuesto de la Unión Europea: actualmente, más de 54 mil millones de euros en subsidios agrícolas fluyen de la UE a los 27 estados miembros cada año. Y una y otra vez hay disputas sobre la política agrícola común o PAC.

Ahora, una vez más, una reforma está en la agenda. La UE debe acordar su presupuesto general para los años 2021 a 2027, el denominado marco financiero plurianual (MFF, por su siglas en inglés), y, por lo tanto, también la cantidad de dinero para la agricultura. Aunque el importe total de las subvenciones agrícolas seguirá siendo más o menos el mismo, el total hasta 2027 será de casi 390 mil millones de euros. Pero las cuestiones más controvertidas son: ¿Cómo debe distribuirse el dinero y, sobre todo, qué tan fuertemente deben vincularse los subsidios a los requisitos ambientales en el futuro?

Aquí un repaso de la historia de la PAC, sus efectos y la lucha por la reforma actual:

1. ¿Qué es la PAC?

La Política Agrícola Común de la UE se creó en 1962 para proporcionar alimentos suficientes a la población en el período de posguerra. La PAC fue diseñada para lograr cinco objetivos: aumentar la productividad agrícola en Europa, garantizar un suministro de alimentos seguro, estabilizar los mercados europeos, garantizar que los agricultores tengan un ingreso "adecuado" y asegurar que los precios al consumidor sean razonables.

Cada siete años, los principios y los recursos financieros de la PAC se adaptan a las circunstancias y los desafíos cambiantes. Además, al igual que el resto del marco financiero europeo, la PAC requiere una decisión conjunta de las tres instituciones del bloque: la Comisión de la UE, el Consejo de Ministros de la UE - en este caso los ministros de agricultura de los 27 estados miembros - y el Parlamento de la UE.

2. ¿Cómo se han pagado hasta ahora los subsidios agrícolas de la UE?

En el período de posguerra, la PAC preveía pagos por productos agrícolas específicos. Dado que esto dio lugar a una sobreproducción de determinados productos, como la denominada "montaña de mantequilla", en 1992 se introdujeron los llamados "pagos directos disociados" para ayudar a los agricultores. Según la Agencia Alemana de Medio Ambiente (UBA), estos representan un promedio de alrededor del 40 por ciento de los ingresos agrícolas.

A estos pagos se les denomina "el primer pilar" de la PAC. El dinero se paga por hectárea: cuanto más superficie tiene una granja, más altos son los pagos directos. Hay muchas críticas a esto. Una y otra vez, los subsidios agrícolas de la UE son sindicados como responsables de la "desaparición de las granjas". Esto se debe a que las pequeñas granjas con poca tierra apenas se benefician de los pagos directos, mientras que las grandes granjas industriales con mucha tierra se benefician enormemente.

Por ejemplo, según el ministerio alemán de Agricultura, Alemania recibe 6.200 millones de euros en subsidios agrícolas al año, 5.000 millones en pagos directos. Y sólo 1.200 millones están destinados al llamado segundo pilar de la PAC. Este tiene como objetivo promover medidas ambientales, climáticas y el desarrollo de las zonas rurales.

El problema: para recibir todo el subsidio de la UE procedente del segundo pilar, el estado miembro, región o municipio, debe pagar la misma cantidad con sus propios recursos. Por eso el dinero de la UE del segundo pilar a menudo no se utiliza en absoluto y permanece en Bruselas.

3. ¿Qué críticas hay a los actuales subsidios agrícolas?

Sobre todo la agricultura industrial e intensiva se considera una de las principales causas de la extinción de especies; gran parte de las emisiones de CO2 se deben a esta, al igual que la contaminación por pesticidas, la sobrefertilización del suelo y las aguas subterráneas. No obstante, la política agrícola de la UE promueve precisamente este tipo de agricultura a través de los pagos directos por superficie, a pesar de las quejas de las asociaciones medioambientales, los defensores del clima y partidos como Los Verdes.

Hasta ahora, los pagos del importante primer pilar no han estado vinculados casi a ningún requisito medioambiental. Para tener derecho a ese dinero, las granjas solo necesitan mantener sus tierras en "buenas condiciones agrícolas y ecológicas" y cumplir con "requisitos básicos de gestión".

4. ¿Cuáles son las demandas de la reforma?

La agricultura de la UE debería ser más ecológica y sostenible, y el esfuerzo de los agricultores por el medio ambiente debería ser recompensado. Pero hasta qué punto el pago de las subvenciones debe depender de esta conservación de la naturaleza es un tema aún en disputa.

La Comisión de la UE ha propuesto que los propios Estados miembros determinen las medidas, controles y sanciones para los requisitos ambientales. Ahora, los miembros del bloque deben presentar planes estratégicos a la Comisión sobre cómo implementar sus planes.

Tanto las asociaciones ambientales como los representantes del sector agrícola rechazan este arreglo de los estados miembros. Algunos temen obligaciones medioambientales insuficientes, otros temen distorsiones de la competencia.

Además, hay una gran disputa sobre los nuevos esquemas ecológicos propuestos por la Comisión de la UE. Estas ecoregulaciones deberían aplicarse al desembolso de fondos del primer pilar e ir mucho más allá de los más bien escasos requisitos ambientales que existen hasta la fecha. Por ejemplo, solo si una granja cumple con los nuevos requisitos debería recibir la cantidad de dinero completa.

(ct/er)