La violencia estalla en las protestas en Irak
El 1 de octubre de 2019, miles de manifestantes salieron a las calles de la capital iraquí, Bagdad, para protestar contra el gobierno. Las manifestaciones dejaron miles de heridos y decenas de muertos.
Protesta pacífica en Bagdad
El 1 de octubre, miles de manifestantes salieron a las calles de la capital iraquí, Bagdad, para protestar contra el gobierno. Sus demandas incluyen la reducción del desempleo, la prestación de mejores servicios y el fin de la corrupción. Las manifestaciones convergieron en la céntrica plaza Tahrir. Los manifestantes intentaron llegar a la zona que alberga embajadas y edificios gubernamentales.
Violenta represión policial
Las fuerzas de seguridad respondieron al intento de los manifestantes de ingresar a la Zona Verde bloqueando las carreteras y utilizando gases lacrimógenos, pistolas paralizantes y cañones de agua. Después de que los manifestantes se negaran a irse, las fuerzas abrieron fuego con balas de goma y balas de fuego real.
Llamadas de restricción
El asediado gobierno iraquí lleva en el poder desde octubre de 2018. Tras las protestas, aumentó la seguridad en Bagdad. El presidente iraquí, Barham Saleh (en la foto) instó a "moderación y respeto a la ley". El principal funcionario de la ONU en Irak también expresó "grave preocupación" por la situación.
Más protestas, más muertes
Las protestas continuaron el pasado miércoles 2 de octubre a pesar de la violencia. La Policía, preparada con vehículos blindados y equipo antidisturbios, respondió con más fuego vivo aquella jornada. Al final del día, siete personas fueron asesinadas, lo que elevó el recuento total de muertes durante los primeros dos días de octubre a nueve.
Extensión de las protestas a otras ciudades
Las manifestaciones y disturbios también se han extendido desde Bagdad hasta el sur de Irak. En algunos lugares, los manifestantes incendiaron edificios. El primer ministro Adel Abdul-Mahdi culpó de la violencia a los "agresores" y convocó a una reunión de emergencia de seguridad nacional. Algunos políticos se unieron a él, mientras que otros condenaron la respuesta del gobierno.
Más inestabilidad por delante
El gobierno emitió toque de queda en Bagdad y en tres ciudades del sur, ya que los enfrentamientos continuaron en todo el país, incluso en el aeropuerto fuera de la capital. A fines del 3 de octubre, al menos 25 personas habían sido asesinadas. La frontera entre Irak e Irán se cerró antes de una peregrinación religiosa a la ciudad iraquí de Karbala.
Triste balance
A pesar del toque de queda impuesto por el Gobierno, los manifestantes salieron de igual forma a la calle. El sábado 5 de octubre las autoridades iraquíes dieron a conocer el número de muertos y heridos durante los últimos días de protestas. En total se contabilizan 93 muertos y 3.978 heridos. La cifra sigue subiendo y el mismo sábado se contabilizan otras cinco muertes, al menos.