La UE y Huawei: "Los riesgos han sido identificados"
29 de enero de 2020La Comisaria de Competencia de la Unión Europea (UE), Margrethe Vestager, pidió a los Estados miembros que implementen la nuevas normas de seguridad para la expansión de la red 5G en Europa. "Somos tan fuertes contra los ciberataques como el eslabón más débil de la cadena", advirtió la danesa.
Se trata de la relación entre el proveedor de telecomunicaciones chino y el gobierno de Pekín, aunque en ningún momento se menciona el nombre de Huawei. Y después de que EE. UU. ejerciera una gran presión sobre Europa para excluir completamente a Huawei, la UE decidió adoptar un proceder más moderado.
"No somos ingenuos"
Se estima que más de 100 ciudades europeas van a ofrecer la conexión de 5G a fin de año. El problema de la expansión de la red en Europa es que solo hay dos proveedores que no son chinos: Ericsson de Suecia y Nokia de Finlandia. Y si la tecnología realmente se implementa tan rápido como se planea, difícilmente será posible prescindir de Huawei.
Por otra parte, los peligros son bien conocidos: "No somos ingenuos", subrayó el Comisario de Mercado Interior, Thierry Breton. Afirma que, ya antes de la advertencia de Washington, la Unión Europea sabía que de implementar la tecnología china, podría abrir una puerta trasera directa al monitoreo total por parte de Pekín.
"Estamos equipando a los países y a sus proveedores de telecomunicaciones con las herramientas para construir una infraestructura europea con los más altos estándares de seguridad, para que todos podamos beneficiarnos de las ventajas de la tecnología 5G", prometió el Comisionado de origen francés.
De no contar con una red 5G, los europeos temen quedarse atrás en la competencia internacional. La red se utilizará, por ejemplo, para las fábricas que serán controladas por robots en el futuro. Los europeos se han dormido en el frente tecnológico y no han desarrollado la capacidad para expandir las redes por sus propios medios.
La seguridad es prioridad
En principio, la expansión de las redes de datos es responsabilidad de cada uno de los Estados miembros. Cada uno puede decidir cómo y con qué proveedores opera. Pero por otra parte, existe una obligación común de proteger las redes contra los ataques cibernéticos, que pueden afectar a todos los países miembros debido a la "interconectividad".
Según las normas, los proveedores "peligrosos" deben mantenerse alejados de las partes "críticas o sensibles" de las redes. Esta evaluación se basa en un informe ya presentado por los Estados miembros, en el que ellos mismos identifican las áreas de su infraestructura digital que son vulnerables y pueden ser atacadas.
Por lo tanto, en las partes medulares de las redes no se deben utilizar piezas chinas que pudieran extraer datos directamente de la fuente. En cambio, se podrían usar componentes de Huawei en las partes periféricas, por ejemplo en los conmutadores, donde no se encuentra concentrada la totalidad de los datos.
Con el fin de reducir los riesgos de seguridad, se pretende que participe el mayor número posible de proveedores en la construcción de una red nacional. "Los riesgos son conocidos y los hemos identificado, los estados miembros deben ahora mostrar responsabilidad", afirmó Margrethe Vestager.
La solución por etapas de la Unión Europea le acomoda a Angela Merkel. La canciller alemana dijo anteriormente que no se debía dejar fuera del mercado a Huawei, en la búsqueda de un nuevo proveedor de redes. Sin embargo, la forma en que se aplicará la resolución de la UE en Alemania, y la magnitud de las cuotas para las compañías chinas, será decidida por el Gobierno de coalición en Berlín, donde las ideas son aún dispares.
Gran Bretaña adoptará el 5G
El Gobierno de Boris Johnson decidió que, a pesar de las amenazas y los intentos de chantaje del Gobierno de EE. UU., adoptará un enfoque similar al de la Unión Europea para el despliegue de la red 5G de Huawei. La empresa china tendrá acceso al mercado británico y podrá suministrar la tecnología necesaria, pero solo para las partes periféricas y no sensibles de la red.
Dos días antes de materializarse el "brexit", Gran Bretaña muestra un raro acuerdo con las decisiones y reglas europeas. Ambas partes han decidido no dejar fuera a Huawei, pero sí tratarlo con precaución. Esto demuestra que sus intereses están en la misma sintonía: no quieren poner en peligro las relaciones comerciales con China, pero al mismo tiempo quieren protegerse del Estado de vigilancia de Pekín. Tampoco quieren que EE.UU. les dicte cómo deben decidir. De todas formas, parece ser que los miembros de la UE y los británicos se encuentran del mismo lado de la mesa, en su negociación con el gigante asiático de telecomunicaciones.
(ju/er)
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