La UE posterga negociación del agro
13 de junio de 2003
Los ministros europeos de Agricultura decidieron suspender sus negociaciones sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea (UE) hasta el próximo 17 de junio. No se lograron acercar las posturas en torno a las propuestas del comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, que implican la revisión del régimen de subsidios agrícolas de la UE.
La reforma aspira a redirigir las ayudas europeas a una agricultura de más calidad y respetuosa del medio ambiente en detrimento de la agricultura intensiva. Las ayudas europeas a la agricultura suponen 45.000 millones de euros anuales (unos US$ 54.000 millones), es decir, la mitad de su presupuesto.
El Ejecutivo europeo asegura que la reforma haría más competitiva a la agricultura europea, además de contribuir a una menor distorsión de los mercados internacionales, favoreciendo así a las exportaciones agrícolas de los países en vías de desarrollo, así como la posición europea en las actuales negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la liberalización comercial internacional y la próxima cita ministerial de Cancún, México.
El rechazo francés
Los agricultores franceses son los mayores beneficiarios de las ayudas agrícolas de la UE. Por ello no sorprende que el presidente francés, Jacques Chirac, fuera uno de los primeros en expresar claramente su oposición a las reformas propuestas. "No estaremos de acuerdo con cualquier pacto", dijo Chirac en una reunión con agricultores franceses. "No nos arriesgaremos a pagar dos veces - una en junio, si hay acuerdo, y otra en Cancún", indicó. "La PAC es una gran política. Es el tronco alrededor del cual Europa ha crecido e igualmente aún es un elemento esencial de su identidad", dijo Chirac.
Por su parte, el canciller alemán, Gerhard Schröder, dijo que "Alemania ha decidido ayudar (a Francia) políticamente, pero al mismo tiempo Francia también se ha movido", dijo Schröder. "Entendemos que Francia necesita tiempo para explicar los cambios a sus agricultores", añadió el mandatario.
El ministro de Agricultura francés, Hervé Gaymard, hasta ahora uno de los más beligerantes contra cualquier reforma, ha acatado por primera vez la posibilidad de desvincular ayudas y subvenciones a la producción, aunque sólo de manera parcial.
La posición"hispano-franco-alemana"
España se sumó a Francia y a Alemania, formando en el Consejo de Agricultura un polo en torno al cual puede formarse una mayoría que suavice los planes del comisario Franz Fischler. Los ministros de estos tres países defienden una línea común basada en admitir una desvinculación sólo parcial entre ayudas a los agricultores y producción, y en rechazar la reducción de hasta el 19% en el volumen global de las subvenciones que plantea el comisario austríaco.
Las tres delegaciones se mostraron confiadas en que sus propuestas obtengan la mayoría cualificada de votos que precisa la reforma. La ministra alemana, Renate Künast, hasta ahora partidaria de las reformas, dio un giro considerado radical y se hizo defensora de posiciones propias de los socios más inmovilistas, como la oposición a rebajar los precios de intervención de leche y cereal. Según el ministro español, Miguel Arias Cañete, quien llegó a hablar de una posición "hispano-franco-alemana", Fischler "tiene que dar en este momento pasos sustanciales" y suavizar los términos de la reforma "en la búsqueda de un compromiso".
Fase de negociación
En principio, sólo Reino Unido, Holanda, Dinamarca y los Países Bajos optarían por los planes iniciales de la Comisión. En cambio, si Fischler cede a las presiones, no podrán impedir que Francia, Alemania y España impongan su mayoría cualificada. Para ello, sería casi obligatorio el apoyo del único grande no alineado, Italia. Pero al menos hasta ahora, no parece que se pueda apostar por Roma. El ministro transalpino, Giovanni Alemanno, dijo "poder convivir" con los planes franco-alemanes.
Los 15 ministros de la UE volverán a reunirse el próximo martes 17 de junio. El objetivo de este receso es dar tiempo para que las delegaciones revisen sus respectivas posiciones y permitir a la actual presidencia griega y a la Comisión Europea presentar nuevas propuestas de compromiso capaces de reunir un apoyo suficiente, antes de la cumbre europea de Salónica (Grecia) que comienza el jueves.