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La poca "sensibilidad" del ministro del Interior alemán

Luna Bolívar Manaut23 de abril de 2006

No es la primera vez que sus palabras levantan ampollas. La oratoria no es el fuerte de Wolfgang Schäuble, ministro del Interior alemán. Pero esta vez se trata de racismo y violencia nazi, y eso es otro tema en Alemania.

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Schäuble es de los que hace subir el pan cuando abre la boca.Imagen: dpa


Un hombre se bate entre la vida y la muerte en un hospital alemán. Su delito, el color de su piel. Entre tanto, los supuestos agresores han sido detenidos, encerrados en prisión y, pese a que siguen sin reconocer la autoría de los hechos, las pruebas se acumulan contra ellos: el ADN de uno de los detenidos demuestra que estuvo en el lugar de los hechos y la voz del otro está siendo comparada con la que quedó grabada casualmente en el contestador de la mujer de la víctima, mientras los hombres golpeaban a su marido.

El tema es muy sensible en Alemania. La violencia nazi es algo que sigue doliendo por estas latitudes. Por eso las declaraciones del ministro del Interior alemán, Wolfgang Schäuble, duelen aún más que en otras ocasiones.

A los blancos también les pegan

Primero, el ministro restó importancia al contenido racista del atentado contra el germano-etíope de 37 años, ocurrido durante esta Semana Santa en la ciudad alemana de Potsdam, cerca de Berlín. Su argumento: también los blancos sufren ataques.

"También los hombres blancos de ojos azules se convierten en víctimas de la violencia. Incluso infringida por personas que probablemente no posean la nacionalidad alemana. Eso tampoco es mejor", declaró Schäuble, ante la indignación de sus colegas políticos.

Cuando el motivo racista y neo-nazi fue corroborado por las pesquisas policiales, Schäuble decidió culpar de tan atroz acto al sistema comunista que imperaba en la antigua República Democrática Alemana, región a la que perteneció Potsdam, con un argumento algo más que confuso.

Schäuble justificó el racismo de los agresores alegando que "en la antigua RDA los ciudadanos no pudieron tener la enriquecedora experiencia que supone convivir con personas de otras partes del mundo. Además, estaban encerrados por el muro". La misma canciller Angela Merkel, procedente de la RDA, calificó las palabras de su ministro de "absoluto sinsentido".

La clase política contra Schäuble

"Me resulta asombroso que un ministro del Interior apoye y reste importancia a semejante acto de racismo. Ya es suficientemente terrible que una persona sólo porque tenga otro color de piel sea golpeada casi hasta morir", dijo el secretario general del Partido Socialdemócrata Alemán, Hubertus Heil.

"Las declaraciones de Schäuble tienen tan poco sentido que para un ministro del Interior resulta insoportable", opinó el político de Los Verdes alemanes, Volker Beck. Para el secretario general del Partido Liberal de Alemania, Dirk Niebel, las manifestaciones de Schäuble son "ridículas", y la izquierdista Petra Pau criticó a su vez que el ministro, "en lugar de resolver un problema que es diario y afecta a todo el país", se dedique a culpar de ello al pasado.

Ante las críticas que le han llegado desde todos los partidos el ministro del Interior se ha visto obligado a matizar sus palabras. No hubiera tenido que decir de la manera en que lo hizo que los blancos también pueden ser víctimas, dijo Schäuble, que se distanció en un programa de televisión de "cualquier forma de extremismo, violencia y xenofobia".