1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

"La pandemia de covid no es un castigo de Dios"

30 de marzo de 2021

La teóloga alemana Margot Käßmann afirma que "Dios no envía pandemias ni tsunamis" para castigar al ser humano, y dice que el sufrimiento "carece de sentido".

https://p.dw.com/p/3rNGi
Margot Käßmann, ex-presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (archivo)
Margot Käßmann, ex-presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (archivo)Imagen: Imago/epd/N. Neetz

La teóloga alemana Margot Käßmann, ex-presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica (luterana) en Alemania, habló acerca del sufrimiento en tiempos de la pandemia de covid-19. En entrevista con el Servicio de Prensa Evangélica (epd), dijo que darle significado al sufrimiento sería cínico. La gente no debe esperar "que Dios te proteja de todo sufrimiento, sino que Dios te acompañe en el sufrimiento", consideró.

Sobre la pregunta de por qué Dios permite el sufrimiento, Käßmann aseveró que "es tan antigua como la teología y preocupa a la gente.(...) Cuando era joven, recuerdo haberle dado la noticia a una mujer de que su esposo había muerto en un accidente automovilístico. Ella estaba muy involucrada en la comunidad. Lo primero que gritó fue: 'Ahora ya no puedo creer en Dios'. Pero creo que los que se han practicado en la fe durante mucho tiempo no esperan que Dios los proteja de todo sufrimiento, sino que Dios los acompañe en el sufrimiento."

"Dios no envía pandemias, ni tsunamis"

"Según la creencia cristiana, Dios no envía castigos. Dios no envía una pandemia ni un tsunami. Creo que Dios está al lado de las personas que no saben qué hacer, buscan fuerzas y, sí, tienen miedos existenciales", aseguró.

"Deberíamos decirlo claramente: no existe una vida libre de sufrimiento. Incluso si crees, eso no significa que puedas atravesar este mundo sin sufrir. La vida es muy vulnerable" dijo Margot Käßmann. "Se dice que en cuanto un avión atraviesa turbulencia, ya no hay más ateos a bordo. Eso siempre tuvo sentido para mí. En momentos de gran temor, incluso el ateo grita: Dios mío, ayúdame."

EL(epd)