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La pandemia azuzó la violencia de raíz política en Alemania

Marcel Fürstenau
11 de mayo de 2022

Alemania registra un nuevo récord de delitos de motivación política o religiosa. El catalizador fueron las protestas contra las restricciones aplicadas por la pandemia de COVID-19.

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Protestas contra las medidas por la pandemia en Leipzig. (2021).
Protestas contra las medidas por la pandemia en Leipzig. (2021).Imagen: AFP

Las tasas de contagios de COVID-19 bajan notoriamente en Alemania, pero la pandemia fue un tema importante en la presentación de las estadísticas de hechos delictivos de motivación política registrados en 2021 en el país. Porque gran parte de los delitos estuvo vinculada a las protestas contra las medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus.

La "espantosa cúspide”, según palabras de la ministra del Interior, Nancy Faeser, fue el asesinato de un joven de 20 años que trabajaba en una gasolinera de Idar-Oberstein, en Renania Palatinado. Un hombre le disparó porque el empleado lo instó a ponerse una mascarilla, de uso obligatorio en ese entonces. La ministra calificó el balance estadístico general como un "barómetro de la intensidad de los conflictos sociales”.

Los 55.048 delitos contabilizados por la policía suponen un incremento del 23 por ciento en el lapso de un año y marcan un récord desde el inicio del registro de esta estadística en 2001. Aumentaron especialmente aquellos delitos que las autoridades no pueden catalogar o adjudicar directamente a ideologías de derecha o izquierda, o a alguna corriente religiosa. Estos se elevaron en casi un 150 por ciento, cifrándose en más de 21.000. Cerca de 7.000 casos tuvieron relación con la pandemia, y otro tanto con las elecciones regionales y federales.

Grupo heterogéneo

Refiriéndose a los autores de estos delitos, el presidente de la Oficina de Investigación Criminal (BKA), Holger Münch, habló de un grupo "heterogéneo”. Lo que los une es, en amplia medida, una actitud "crítica o hasta hostil” hacia el Estado. En lo tocante a las manifestaciones contra las medidas anti-COVID, indicó que la ultraderecha intentó instrumentalizar las manifestaciones para sus fines y buscar una conexión con la sociedad civil democrática. Pero no consiguió ganar una influencia significativa.

Independientemente de ello, el jefe de la BKA y la ministra alemana del Interior coincidieron en la principal conclusión: "El extremismo de derecha es actualmente la mayor amenaza para nuestra sociedad libre y democrática”. Aun cuando los casos ha disminuido levemente en este segmento, siguen constituyendo el 40 por ciento de los delitos registrados.

Antisemitismo: "Una vergüenza para el país”

La ministra Faeser se mostró sumamente preocupada por los delitos de corte antisemita, que aumentaron en un 29 por ciento, elevándose a más de 3.000. Consideró que "es una vergüenza para el país” que aún hoy se propague el odio, y que algunos negacionistas del coronavirus hayan usado una estrella amarilla en el brazo, banalizando el Holocausto.

"No vacunado", se lee en el centro de la estrella.
"No vacunado", se lee en el centro de la estrella.Imagen: Christophe Gateau/picture alliance/dpa

La experta en extremismo de derecha Pia Maberty afirmó que el sector de los negacionistas de la pandemia se ha "radicalizado” mucho y muestra una "clara disposición a la violencia”. La psicóloga social ve en las protestas por las medidas anti-COVID numerosos nexos con el extremismo de derecha. "Una visión del mundo basada en una ideología de conspiración está estrechamente entrelazada con elementos racistas y antisemitas”, indicó, puntualizando que todo aquello amenaza a personas que "son identificadas como el enemigo”.

Actualmente, las autoridades se ven confrontadas también con un nuevo fenómeno de violencia de probable motivación política, que tiene su origen en la guerra de Rusia contra Ucrania. La BKA ha registrado delitos relacionados con ella en Alemania, en su mayoría, dirigidos contra personas de origen ruso. Al comienzo se contabilizaron unos 270 a la semana, pero ahora la cifra ha descendido a menos de 200 casos semanales.

(ers/cp)