La madrina del punk: Nina Hagen cumple 65 años
Cantante, compositora, madre y activista: Nina Hagen tiene muchas facetas. Es una artista que con su estilo fuera de las convenciones y su filosofía de vida aún sigue sorprendiendo a todos.
Una pequeña artista
Catharina "Nina" Hagen nació en Berlín Oriental el 11 de marzo de 1955. Su madre, Eva Maria Hagen, fue una superestrella en Alemania Oriental. "Con ella, el aura del escenario y las festividades nocturnas se propagaban por nuestro pequeño apartamento", escribió Nina en su autobiografía: "Confesiones". Su padre, el escritor Hans Oliva-Hagen, se divorció de Eva cuando Nina tenía cuatro años.
La vida tiene que tener color
Nina quería ser actriz, pero fue rechazada por el Estado comunista. Sin embargo, se las arregló para tomar clases de canto. A los 19 se unió a la banda “Automobil”, la cual solo tuvo un éxito: "Farbfilm" (Película de color). En la canción, una mujer canta con mucho enojo porque está de vacaciones con su novio y a él se le olvidó traer la película de color para la cámara fotográfica.
Una familia de artistas
La madre de Nina comenzó una relación con el cantante Wolf Biermann. Nina lo amaba como a un padre y, cuando fue expulsado de Alemania Oriental en 1976, ella lo siguió a Alemania Occidental. Pasó un tiempo en Londres, donde se enamoró del ska y del punk. Cuando regresó a Alemania tenía muchas ideas, pero aún no sabía qué efecto tendrían en un escenario alemán.
Rock y canciones locas en Alemania
Fundó la Nina Hagen Band con cuatro personas, y el primer disco fue lanzado en 1978, estableciendo nuevos estándares musicales. Las letras podían resultar agradables, pero eran sinceras. Cantó sobre la muerte, las enfermedades venéreas y sobre el sexo. Luego del segundo álbum, la banda se separó. Los otros cuatro miembros disfrutaron de éxitos como “Spliff”. Nina continúo su carrera como solista.
Pionera feminista
En 1979 Nina Hagen causó un escándalo en la televisión austriaca. Durante un programa dio instrucciones sobre cómo masturbarse. El presentador del programa estaba tan abrumado que sonrió y no intervino. Después de la emisión, fue despedido, mientras que los fans de la cantante aplaudieron su histórica aparición en televisión.
Amigos de por vida
Nina y Udo Lindenberg se hicieron amigos, y en muchas ocasiones compartieron escenario. Por ejemplo, en 1983, en el Teatro del Bosque de Berlín, donde cantaron junto a otros grandes músicos de los 80. Udo también invitaba a Nina a conciertos y a aniversarios de bandas. Aquí, los dos inspeccionan una chirimía antigua, un regalo del líder de Alemania Oriental, Erich Honecker, a Lindenberg.
Nina y los hombres
Muchos hombres se han cruzado en el camino de Nina (foto: su segundo marido, "Rocco" Breinholm). Sus relaciones solo duraban unos pocos años. Mantuvo relaciones musicales con Herman Brood, Udo Lindenberg, Wolfgang Niedecken, Thomas D., y con las bandas Oomph! y Apocalyptica. El diseñador Jean-Paul Gaultier contribuyó a su estilo, y la inspiró a crear su propia marca: Mother of Punk.
De tal palo, tal astilla
La primera hija de Nina, Cosma Shiva, nació en 1981. Con el gen artístico de su madre, se convirtió en gran actriz. En Alemania los nombres están regulados, y Nina tuvo que presentarse ante la corte para obtener un permiso para usar ese inusual nombre. Le puso “Cosma” porque dijo haber visto un ovni durante el embarazo, y “Shiva” es un tributo a la diosa hindú. Su hijo Otis nació en 1990.
Nina y el mundo
Nina se convirtió en ícono mundial. Vivió en Río, París y Nueva York, grabando un álbum detrás del otro. Su música y sus actuaciones eran vanguardistas, con un toque de locura, pero llenas de talento. Cantaba todos los estilos, desde pop y jazz hasta punk y ópera, y a menuda la rodeaba el escándalo. Un avistamiento de ovnis y un matrimonio punk de siete días son algunos de los más recordados.
En las protestas
Su padrastro, Wolf Biermann, y su juventud en Alemania Oriental moldearon su conciencia política. Asistió a marchas, como esta, en Viena, en 1979. También interrumpió desfiles de pieles en París, en defensa de los animales. Está a favor de la paz y de los derechos humanos. “Mi corazón late por las víctimas de tortura en el mundo, por todas las personas que tienen que huir”, dijo una vez a DW.
Con amor, karma y fe
Nina Hagen siempre ha tenido compasión por los desfavorecidos, lucha contra el tratamiento psiquiátrico forzado y cuida a enfermos terminales. Su propia creencia en el karma la ayudó a mirar a los ojos a la muerte. Pero sus visiones religiosas son multifacéticas: en 2009 se bautizó como cristiana protestante.
65, ¿y qué?
Nina Hagen a menudo aparece en los lugares menos esperados. Participó como jurado de un programa de televisión, celebra Navidad junto a los pobres y menospreció a presentadores en vivo. Lanzó 16 discos y alrededor de 500 canciones, y dice que tiene como objetivo centrarse en otras maneras de mejorar el mundo, más allá de la música. Pero no importa lo que haga, ella sigue siendo la gran Nina.