La extinción de la noche
28 de noviembre de 2016Publicidad
Los faroles de las calles con sus fuertes luces que apuntan en todas direcciones causan cada noche la muerte de miles de millones de insectos, hacen perder la orientación a las aves migratorias e incluso alteran el sueño de las personas, que a lo largo de millones de años nos hemos adaptado al ritmo del día y la noche: el día significa actividad, mientras que en la noche el organismo se dispone a descansar. En todo el mundo los científicos trabajan ahora en las luminarias del futuro. No se trata de que las ciudades queden totalmente a oscuras, sino de iluminarlas de forma más sostenible e inteligente.