Publicidad
Con unos 1800 edificios y callejones declarados monumento, el centro histórico de Lúbeck es Patrimonio Cultural de la UNESCO desde 1987. El emblema de la ciudad es la Puerta de Holsten, vestigio de la antigua fortificación de la ciudad. Lübeck pretendía defender así la riqueza de los comerciantes hanseáticos.
Entre sus museos destacan uno dedicado al poder comercial de la Liga Hanseática y otro al hijo más famoso de la ciudad: el Premio Nobel de Literatura, Thomas Mann. Sus visitantes podrán revivir acá la historia de la familia que protagoniza su novela "Los Buddenbrook”. Y a quien tras tanta cultura le apetezca algo dulce, debería probar el mazapán de la marca Niederegger, conocido en todo el mundo.