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¿Irak sólo el principio?

23 de marzo de 2003

El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, hace un balance sobre aciertos y desaciertos en el escenario de la política internacional.

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Fischer, sobre aciertos y desaciertos.Imagen: AP

Estados Unidos ha iniciado una guerra sin contar con el mandato de la Organización de las Naciones Unidas que avale esta operación militar. De ahí que surjan temores en el sentido de que los estadounidense continúen con sus avances militares en contra de otras naciones, después de Irak. El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, opina que este nuevo tipo de "guerra de desarme" resulta fatal. En una entrevista otorgada al semanario alemán Der Spiegel criticó duramente la forma en que Estados Unidos se ha comportado frente a la ONU e hizo un llamado a los políticos europeos para unirse y crear un contrapeso.

Sería funesto que desde ahora se intente imponer la democracia y el desarme por medio de la violencia militar. Por lo mismo es necesario que se desarrollen instrumentos que posibiliten soluciones pacíficas y que se refuerce los mecanismos con los que cuenta la ONU.

La ventaja del más fuerte

La alternativa de vivir aceptando la existencia de un peligro inminente o confrontarse con guerras de desarme es inaceptable. Pero igual de inaceptable resulta el hecho de que el gobierno estadounidense ignore por completo las regulaciones del orden internacional, en opinión del ministro Fischer.

No se puede negar que la potencia estadounidense es un factor importante en el equilibrio de la paz y estabilidad mundial. Sin embargo este mismo orden internacional deja de funcionar si los intereses de la potencia más importante del mundo son los que definen el uso de la fuerza militar. El orden internacional debe garantizar que las mismas reglas que valgan para las grandes naciones, también tengan validez para las naciones medianas y pequeñas.

Fracaso programado

En la actualidad no existe una alternativa a las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Estados Unidos no puede adjudicarse el papel de policía mundial, en opinión de Fischer. Tarde o temprano se limitarán las fronteras de acción de Estados Unidos si no respeta los intereses del resto de los miembros de la comunidad internacional.

Aún así, resulta lamentable que, en lo que se refiere a la crisis iraquí, no se registrara un verdadero diálogo trasatlántico. Un error del que no se puede culpar sólo a los estadounidenses, sino también a los europeos, que intervinieron de forma tardía en la discusión estratégica. La Unión Europea debe capitalizar esta experiencia y crear instituciones y una política exterior europea más sólida.