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Ira contra Occidente

Autora: Anne Allmeling (MB)15 de septiembre de 2012

Se expanden las protestas por una película estadounidense en la que se ofende a Mahoma. En muchos países islámicos los manifestantes han llegado a la violencia. La embajada alemana en Jartum fue atacada el viernes.

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Protestas originadas en la película "La inocencia de los musulmanes"Imagen: AFP/Getty Images

Toman las calles, se reúnen delante de las embajadas de países occidentales y dan rienda suelta a su ira. El viernes (14.09.2012), cientos de musulmanes se manifestaron en contra de una película que muestra al profeta Mahoma como un tonto, un mujeriego y un pederasta. En Egipto, Yemen, Bangladesh, Indonesia, Líbano y Sudán, las manifestaciones alcanzaron niveles violentos.

Aunque los manifestantes representan un pequeño porcentaje de la población de estos países islámicos, su potencial de violencia es enorme. En un ataque al consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi, la noche del jueves terminó con un saldo de cuatro muertos, uno de ellos el embajador. Las protestas del mismo jueves en la capital yemenita de Sanaá costaron la vida a cuatro personas. En El Cairo, los manifestantes pintaron los muros de la embajada estadounidense con lemas anti-occidentales.

Ägypten Proteste vor der US Botschaft in Kairo
Embajada de Estados Unidos en El Cairo (septiembre 13)Imagen: AP

A pesar de todos los llamados a la calma, los manifestantes egipcios continuaron sus acciones el viernes y apedrearon a la Policía. Las fuerzas de seguridad usaron gases lacrimógenos. La poderosa organización Hermanos Musulmanes, a la que perteneció en su momento el actual presidente egipcio Mohamed Mursi, convocó a nuevas protestas después de la oración del viernes.

El propio presidente Mursi había estimado legítimas las protestas por la película; subrayó sin embargo, que éstas debían ser pacíficas. Poco después, al parecer como consecuencia de una llamada de advertencia desde Washington, los Hermanos Musulmanes cancelaban la convocatoria e intentaban desmovilizar a las masas.

Contra Estados Unidos

Que las manifestaciones se tornen violentas tiene un motivo. Según Bettina Gräf, especialista en Islam del Centro para el Oriente Moderno de Berlín, “determinados grupos intentan perfilarse con su actitud en contra de Estados Unidos. La oposición Islam-Occidente se utiliza para autodefinirse y captar adeptos”.

Protestas contra la película islamófoba

Este mecanismo, así Gräf, funciona a diversos niveles. Por un lado, históricamente, porque Estados Unidos desde 1948 apoya a Israel; por otro lado, económicamente, porque muchos países dependen de Washington. “Estados Unidos es el símbolo de la injusticia social y las estructuras capitalistas; esto lo utilizan distintos grupos para su política local”, puntualiza Gräf.

Ataques a embajadas occidentales

Con todo, las protestas violentas no se dirigen solamente contra Estados Unidos. El viernes, una masa de protestantes muy alterados se dirigió contra la embajada alemana en Jartum. Los manifestantes arrancaron el escudo alemán e izaron una bandera islámica. Rompieron los cristales de las ventanas y encendieron fuego a la entrada de la sede germana. En total fueron unas 5000 personas las que protestaron ante esta embajada y también ante la embajada británica.

Sudan Khartum Angriff auf deutsche Botschaft
Ataque a la Embajada Alemana en Jartum, Sudán (septiembre 14)Imagen: AFP/Getty Images

“Esto tiene que ver con que en los últimos once años –especialmente después del 11 de septiembre- Alemania se ha comprometido mucho con la alianza occidental y ha participado en la misión en Afganistán y en Somalia. Por eso, es puesta en la misma bolsa, junto con Estados Unidos”, explica Marco Schöller, especialista en Historia del Islam de la Universidad de Münster.

Descontento y frustración

“La ira del mundo islámico proviene de un descontento básico y de una frustración que se nutre de diversos factores sociales, políticos y económicos. Desde hace tiempo, los musulmanes se sienten ciudadanos de segunda clase, se sienten explotados por las naciones occidentales y no creen que se los tome en serio”, concluye Schöller.

No es la primera vez que una burla al profeta Mahoma –cuya representación está absolutamente prohibida en la tradición islámica- desata la ira y la violencia en diversos países. Ya en 2006, a raíz de la publicación de las caricaturas de Mahoma en un periódico danés, una ola de protestas se expandió por el mundo entero y –en Cercano Oriente, Asia y África- se llevó la vida de 50 personas.

Autora: Anne Allmeling (MB)
Editora: Cristina Papaleo