Debido a la pérdida de feligreses, en Alemania muchas comunidades cristianas se vieron obligadas a desprenderse de sus propiedades. Ese es el caso de la comunidad luterana de Hannover-Linden. En la década de los 50, contaba con 25.000 miembros, pero hoy solo tiene 5.000. Una situación que la empuja a vender dos de sus iglesias.