Heiligendamm: balneario, mar y políticos
5 de junio de 2007El surgimiento de Heiligendamm como balneario empezó en 1793 con un baño terapéutico de un personaje: fue el duque Federico Francisco II de Mecklenburgo-Schwerin quien saltó a las aguas de aquel caserío por recomendación de su médico.
Por aquella época se creía que las aguas del “Santo Malecón”, como se traduce su nombre del alemán, eran especialmente limpias y el clima de esta apacible bahía en el Mar Báltico era saludable. Lo cierto es que los frondosos bosques de hayas que circundan a Heiligendamm son los pulmones de la región. Aunque son muchos los que extrañan la falta de cambios de marea en sus costas.
Arquitectura, baño y wodka
La típica arquitectura clasicista que se convirtiera en una de las “marcas registradas” de Heiligendamm fue creada entre 1793 y 1870 por von Seydwitz, Severin y Demmler. Hoteles y pensiones de estilo dieciochesco que en sus buenos tiempos alojaron hasta las familias de los zares que venían a Alemania a pasar los veranos.
Después de la Segunda Guerra Mundial empero, desapareció la magia de Heiligendamm como de casi todo el Báltico. Sus sobrios edificios fueron entonces utilizados por la Alemania comunista para acoger a un sanatorio. Desde 1949 se instaló también allí la Escuela Superior de Artes Aplicadas.
Cuidadosa restauración
Allí se han capacitado varias generaciones de arquitectos de interiores y diseñadores de muebles y joyas, entre otros. Desde 2000 funciona en las mismas edificaciones el departamento de Diseño y Arquitectura de Interiores de la Escuela Superior de Técnica, Economía y Diseño de Wismar.
Pero una vez superada la división de las Alemanias, este balneario ha pasado una cuidadosa restauración.
Un “malecón santo” al óleo
Uno de los atractivos más valiosos de Heiligendamm es su entorno. Este balneario está en medio de paisajes nórdicos entre arboledas y entre playa y dunas. Naturaleza que el pintor Caspar David Friedrich plasmó en sus obras.
Un recorrido por el centro histórico de la ciudad y un paseo por el puente del muelle son dos puntos obligados de una visita a Heiligendamm.
Resurrección y política mundial
La invitación que la canciller Angela Merkel le hiciera al presidente de Estados Unidos George W. Bush en 2006 y la realización de la Cumbre de los Ocho en 2007 han vuelto a despertar a Heiligendamm del sueño de la bella durmiente.