Ganadores y perdedores del verano europeo
Hace calor en Alemania; mucho calor. Según un reciente estudio, la probabilidad de que haya olas de altas temperaturas se ha duplicado en los últimos años. Sin embargo, en el verano en Alemania no solo hay perdedores.
El bosque se quema
El incendio en Potsdam comenzó justo al lado de la autopista y se extendió rápidamente. 90 hectáreas de bosque de pino estaban en llamas. En esta zona se encontraron municiones de la Segunda Guerra Mundial. Después de varias explosiones, la Policía estableció una zona restringida de 1.000 metros. Según la Policía, el incendio forestal está actualmente bajo control.
Los ríos se calientan
Debido al calor, las primeras centrales eléctricas en Alemania tienen que reducir la producción. La razón: los ríos son demasiado cálidos, por lo que las centrales eléctricas ya no pueden usar las cantidades habituales de agua de refrigeración. Por lo tanto, la central nuclear de Brokdorf, en el Estado de Schleswig-Holstein, también podría verse afectada en breve por las restricciones.
Barcos con media carga
Los niveles de agua en los ríos han caído mucho. Al sur de Coblenza, los barcos actualmente solo pueden transportar entre el 50 y el 60 por ciento de la carga máxima. Los buques de carga en el río Elba sólo pueden navegar vacíos entre Magdeburgo y Hamburgo.
Las células solares se calientan demasiado
A mediodía, las células solares en los tejados alemanes se ocupan de hasta un tercio de la producción alemana de electricidad. Pero lo que pocos saben: incluso las células solares se pueden calentar demasiado. Cuando eso ocurre, pierden unos pocos porcientos de su eficiencia.
¡A vender helados!
De fresa, de chocolate, o de pistacho: lo que importa es que esté bien frío. Los vendedores de helados se forran de dinero en estas semanas. Los alemanes consumen alrededor de ocho litros de helado al año.
¡Prost!
El calor también está jugando a favor de las cervecerías. El consumo de cerveza ya subió en mayo, en un 2,5 por ciento, y en las mezclas de cerveza con limonada o bebidas de cola, incluso hubo un aumento del 19,2 por ciento. Pero la exitosa venta de cerveza produce un nuevo problema: los bebedores no devuelven sus envases y por ello la producción se desacelera.
Vacas bajo la ducha
Las ganadoras de este verano caluroso son las vacas lecheras de Helmut Evers: "A mis vacas les gusta tumbarse en el suelo porque está más fresquito". En su establo, los ventiladores se encienden a partir de los 24 grados. Con temperaturas superiores a los 30 grados se añade una atracción especial para el bienestar: Evers activa una ducha para sus vacas.