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Con Francisco, la Iglesia católica cuenta por primera vez en su historia con un Papa latinoamericano. Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, sucedió en el trono de Pedro a Benedicto XVI.
La cita es considerada histórica y un gran paso para lograr la paz y el entendimiento entre los diferentes credos que conviven en el mundo.
Francisco también pidió que "nadie sea considerado ciudadano de segunda clase", sobre todo los cristianos, que representan 1% de la población en el país musulmán, ni los yazidíes, minoría perseguida por Estado Islámico.
Francisco emprende su visita en medio de altas medidas de seguridad y en plena pandemia, con el fin de reconfortar a una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo.
Un papa católico visita Irak por primera vez. La minoría cristiana del país tiene grandes esperanzas en la visita, pues allí miles de sus miembros fueron expulsados o asesinados por Estado Islámico entre 2014 y 2017, un viaje signado por el miedo al terrorismo y la pandemia. Sumado a la crisis interna de la Iglesia católica.
Un Papa visita Irak por primera vez. La guerra y el terror expulsaron a la mayoría de los cristianos de allí hace ya mucho tiempo. Los católicos iraquíes en Alemania viven con emoción el viaje del líder católico.
Allí nació Abraham y Jonás fue tragado por una ballena, según la Biblia. Cuando el Papa Francisco visite Irak, pisará un terreno lleno de historia.
"Irak no puede esperar. Esperaba a Juan Pablo II y se le prohibió ir. No se puede desilusionar a un pueblo por segunda vez", dijo Francisco, tras un nuevo ataque contra una base militar con soldados de EE.UU.
Dos días antes de una histórica visita del papa Francisco, al menos 10 cohetes cayeron en una base que alberga a soldados estadounidenses en el oeste de Irak, informaron fuentes de seguridad iraquíes y occidentales.
Aconseja "acariciar" y "cebarles mate" a las neurosis, porque acompañan a la gente durante toda su vida.
"Mientras el neonazismo, el antisemitismo vuelven a surgir en muchos lugares del mundo, la integridad moral y el sentido de la historia del papa Francisco son un ejemplo a seguir", expresó el congreso.
Un decreto indica que la ciudad-Estado podrá llegar "a terminar la relación laboral" de los trabajadores que rechacen vacunarse contra COVID-19 si no tienen "comprobadas razones de salud".
La junta militar acusa a los manifestantes de dañar la estabilidad, la seguridad y el Estado de derecho. El papa Francisco se suma a las voces que piden la liberación de la depuesta líder Aung San Suu Kyi.
"O somos hermanos o nos destruimos mutuamente”, declaró el sumo pontífice, "hoy no hay tiempo para la indiferencia". También rechazó prescindir de los demás, pues "no sólo hace falta una guerra para hacer enemigos".
El sumo pontífice, de 84 años, había recibido la primera dosis el 13 de enero, en el marco de campaña de vacunación iniciada por el Vaticano para los cerca de 5.000 residentes y empleados.