Filas kilométricas por cierre parcial de frontera con EE.UU.
Filas kilométricas por cierre parcial de frontera con EE.UU.
Al mal tiempo, buena cara
Guillermo sonríe mientras agarra el volante de su tráiler. Desde el 2 de abril de 2019, debe pasar horas en la cabina antes de lograr ingresar con su cargamento en EE.UU. El cierre de dos de los diez carriles en la garita de Otay, cerca de Tijuana, por parte de EE.UU., ha provocado un congestionamiento sin precedentes entre los más de tres mil camiones que a diario cruzan hacia San Diego.
Saludo entre colegas
En las largas horas de espera, Guillermo baja del camión y charla con colegas en su misma situación. Antes del cierre de dos carriles, hacía dos o tres veces al día el trayecto de ida y vuelta. Ahora solo consigue hacerlo una vez a diario, con la consiguiente merma en sus ingresos.
"El Sheriff" fuma
Los colegas de Guillermo lo llaman "El Sheriff" por la marca de cigarrillos estadounidenses que le gusta fumar. El tedio le hace tener más ganas de inhalar humo, pero Guillermo trata de contenerse...
Radio para matar el tiempo
Guillermo escucha la radio de su camión y ve "Netflix" en su celular, pero no puede hacerlo demasiado tiempo, porque la factura de internet sería muy elevada.
Leer como distracción
También leer distrae durante la espera. Alonso Ibarra, otro conductor, lee el gran titular de portada de "Frontera": "En riesgo contratos agrícolas por cierre". El cierre de varios carriles en la garita de Otay con el fin de reforzar el control fronterizo no solo afecta a los camioneros. También las exportaciones de mercancías están en peligro.
Helados para endulzar la espera
Desde el cierre parcial, es raro ver peatones en la zona. Además, esta última semana las autoridades mexicanas también han extremado los controles de acceso. “Ya no dejan pasar vendedores ambulantes. Antes hacían la vista gorda y entraban con motos”, apunta el camionero. En cuatro horas, apenas ha transitado un vendedor con un carrito de helados.
Tedioso panorama
Pocos estímulos visuales durante la espera. El único panorama del que disfrutan los conductores es la parte trasera del vehículo que les precede.