Extraños y sabrosos: vegetales alemanes

Es un miembro de la familia de los repollos, y su nombre en alemán es "Kohlrabi". Se trata de un vegetal muy común en toda Alemania. De sabor suave y consistencia crujiente y jugosa si se lo come crudo, y ligera y cremosa al hervirlo. Se lo puede servir como puré o como parte de una salsa o sopa.

También conocido como col rizada (en alemán: "Wirsing"), tiene cantidades de vitamina C y un gusto muy especial. Con él se preparan sopas y pucheros, y también se lo come como guarnición. Se lo consigue todo el año en supermercados y granjas de comida ecológica.

Los grelos (Rübstiel) son los brotes del nabo en cuyo extremo se originan las flores. Son una especialidad del oeste de la Renania alemana y de Holanda. Estas plantas tiernas se pueden cortar, hervir y comer junto con papas u otros vegetales. Los amantes de los grelos tienen la suerte de poder cosecharlos dos veces al año: en primavera y en otoño.

Un miembro de la familia de las cebollas, ajos y puerros, el ajo salvaje crece en los bosques y con él se puede cocinar un excelente pesto. En Alemania se lo conoce como "Bärlauch": ajo del oso. Es muy popular en la cocina alemana y se lo puede encontrar en sopas, ensaladas, salsas y pasteles. E incluso en el queso untable.

El salsifí negro es una raíz larga y delgada cubierta por una cáscara oscura. "Schwarzwurzel" es su nombre en alemán, que significa "raíz negra". También conocido en Alemania como "el espárrago de los pobres" o "espárrago de invierno", es un vegetal típico del invierno y se lo puede servir cocido, acompañado de papas y mantequilla.

Si bien los espárragos verdes son los más conocidos en todo el mundo, en Alemania los más populares son los espárragos blancos. Los alemanes esperan ansiosamente la llegada de la primavera, ya que en abril el "oro blanco" aparece en las tiendas. Se lo sirve acompañado de jamón crudo, papas con mantequilla y una salsa holandesa.

El apio nabo, fácilmente confundible con la chirivía, algo más larga, es el tercero desde la izquierda en la foto, junto al salsifí negro. Como buen vegetal de invierno, ha sido usado en Europa durante siglos en sopas, guisos y combinado con otros vegetales. Cuanto más pequeña sea la raíz, más tierna es, dicen los expertos. Y son una gran fuente de vitamina C.

Si alguna vez viene a Baviera y pide un típico "Brotzeit" (tiempo de pan) para comer con su cerveza, encontrará una guarnición blanca y crujiente, a veces cortada en ondas, sobre su plato. En Alemania se los llama "Radi", son muy sabrosos y se comen crudos. La palabra proviene del latín, radix, o raíz, y en alemán se los abrevia llamándolos "Radieschen".