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Esperando a Rumsfeld

Gabriel González11 de febrero de 2005

El personaje Godot de la obra de Samuel Beckett nunca apareció. La incertidumbre por la presencia o no de Donald Rumsfeld, en la 41 Conferencia de Seguridad de Múnich tuvo algo de teatro del absurdo.

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En Múnich se tomaron fuertes medidas de seguridad.Imagen: dpa

¿Viene o no viene? Durante semanas fue ésta la pregunta que se escuchó en toda Alemania. No se trataba de esperar una respuesta de alguien que no tiene ganas de acudir a un encuentro tan desagradable como una cena con la suegra.

La Conferencia de Seguridad de Múnich no es un evento de esos. Aquí se encuentran 250 políticos y militares de todo el mundo, entre ellos 40 ministros de Exteriores y de Defensa, para hablar durante tres días sobre los asuntos internacionales de la actualidad. Entre los invitados figuran personajes ilustres como el secretario general de la ONU, Kofi Annan, la senadora estadounidense Hillary Clinton, además del presidente alemán Horst Köhler y el canciller alemán, Gerhard Schröder.

Una conferencia con peso

Rumsfeld
Donald RumsfeldImagen: AP

El evento en Múnich brinda la oportunidad de analizar a fondo los focos de crisis existentes en el mundo. Los temas abundan. En primer lugar está la situación en Irak. Tras las elecciones, los europeos se ven presionados por EEUU para que aumenten sus esfuerzos en pro de apoyar la estabilización y el proceso de democratización.

Otro tema pendiente es Irán y su programa nuclear. Aquí siguen existiendo fuertes discrepancias entre europeos y estadounidenses sobre la estrategia que se debería emplear. El caso de Corea del Norte sirve para muchos analistas como botón de muestra para criticar la política de mano dura estadounidense. Según ellos, fue precisamente la agresiva retórica del gobierno de Bush lo que provocó que algunos países intensificaran sus programas nucleares. De ello también se hablará en Munich.

Discurso sobre el discurso

Algo más agradable resultarán las conversaciones sobre el proceso de paz en el Oriente Medio. En esta ocasión se tratará de unir las fuerzas y encontrar la forma más adecuada de apoyar al presidente palestino, Mahmoud Abbas y al primer ministro israelí, Ariel Sharon.

Otro tema será la reforma de las Naciones Unidas que se relaciona perfectamente con otra de las cuestiones clásicas de la Conferencia de Seguridad de Munich: el multilateralismo versus el unilateralismo. En estos temas más bien abstractos se encuentran los fuertes de este tipo de conferencia. Múnich brinda la oportunidad de hablar sobre lo básico. Un secretario estadounidense de Defensa habría necesitado muy buenas razones para no asistir a un encuentro como éste. Y no las encontró.