Europa se enfrenta a la segunda ola de coronavirus y está siendo más fuerte que la primera. A pesar de las advertencias el viejo continente no se ha preparado para su impacto y de nuevo volvemos a ver hospitales y su personal sanitario desbordados. Son ellos, los médicos y enfermeros, los que pagan en primera línea la mala gestión política y la irresponsabilidad civil de los ciudadanos.