Las aguas del lago de Constanza eran motivo de preocupación para los ecologistas. Un proyecto para la protección del lago permitió reducir exitosamente sus niveles de fosfato. Pero con la disminución del fosfato menguó también la concentración de microorganismos, alimento de los peces. Los pescadores padecen las que para ellos son las consecuencias negativas de la depuración de las aguas.