En 1949, el italiano Carlo Abarth tuvo la idea de transformar autos normales en coches extraordinarios. 70 años más tarde, la marca Abarth pertenece a Fiat Chrysler Automobiles. Un modelo que abre el acceso a los deportivos Abarth es el Abarth 505, desarrollado sobre la base del Fiat 500. Hoy lo probamos en la versión más potente: la Competizione, con motor de 132 kilovatios.