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Terrorismo

En entredicho la reputación de las fuerzas de seguridad

Marcel Fürstenau, periodista de DW.
Marcel Fürstenau
22 de diciembre de 2016

El presunto autor del atentado en Berlín no era un desconocido para las autoridades alemanas. Quien culpe al Estado de su desaparición está reaccionando muy a la ligera, opina Marcel Fuerstenau.

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Symbolbild Polizei Deutschland
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Stein

Las informaciones actuales sobre el presunto terrorista del mercado navideño, Anis Amri, parecen dar la razón a aquellos que confían plenamente en las fuerzas de seguridad, pero no en una cosa: en que ofrecen seguridad. Quien piense así, debería acordarse de que en Alemania no se ha cometido ningún atentado con muchos muertos durante mucho tiempo. La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) publicó en primavera de este año una lista de atentados frustrados. Entre ellos, el del "Cuarteto Sauerland” que planeaba un atentado de grandes dimensiones. Los integrantes fueron condenados a penas de prisión prolongadas.

Sí, la suerte jugó un papel relevante. Como en el caso de las maletas con explosivos en la ciudad de Colonia, donde los artefactos, por fallos de fabricación, no explotaron. También se puede considerar un éxito, a pesar de los errores, el arresto del sospechoso terrorista Jaber Albakr, quien poco después se suicidó en su celda. Los indicios obtenidos sobre él llevan a la conclusión de que el refugiado sirio tenía planeado atentar.

No se puede arrestar a alguien por sus convicciones

 Marcel Fürstenau.
Marcel Fürstenau.Imagen: DW/S. Eichberg

Las fuerzas de seguridad alemanas investigaron al tunecino Anis Amri, porque también consideraban que podría atentar. Durante seis meses se vigiló al tunecino, cuya solicitud de asilo le fue rechazada el pasado verano. No se pudo comprobar que existiese un "delito grave contra la seguridad del Estado”. Por eso, las investigaciones se suspendieron. Se puede pensar que las autoridades, al vigilarlo durante mucho tiempo, reaccionaron prudentemente. Naturalmente es muy trágico, teniendo en cuenta el atentado en Berlín, que no se detuviera a Amri por falta de pruebas. Pero es que nadie puede ser detenido o incluso juzgado por su ideología.

A esto se llama Estado de derecho y tiene que seguir siendo así. Además, si no sería un triunfo adicional para los terroristas en detrimento de valores, como la libertad y la dignidad humana. Lograron ahora el objetivo de desconcertar masivamente a una sociedad abierta, pero solo de momento. Alemania no debería difamar a sus propias fuerzas de seguridad tachándolas de riesgo para la seguridad y hacerles así un favor a esos criminales perversos y llenos de odio. A los errores hay que llamarlos por su nombre y ponerles remedio. Pero no hay que generalizar, porque sería entonces irresponsable y populista.

La masacre de Niza también sucedió a pesar del estado de excepción

¿Cómo se podía haber parado el plan de Anis Amri, en caso de que sea el autor del atentado? ¿Con arrestos indefinidos sin base legal? Entonces, tendríamos en Alemania un estado de excepción, como en París desde los atentados de noviembre de 2015. Este no ha cambiado nada si tenemos en cuenta el atentado de Niza en julio, un asesinato en masa que sirvió de modelo para el atentado de Berlín.

Desgraciadamente tenemos que partir de la idea de que en cualquier momento pueden cometerse atentados de estas dimensiones. Las fuerzas de seguridad alemanas hablan de cientos de criminales potenciales islamistas. Es imposible vigilarlos a todos las 24 horas del día. Por lo tanto, se vigila a los sospechosos más conocidos. Anis Amri es de hecho un buen ejemplo de la labor efectiva entre la Oficina de Protección de la Constitución y la Policía.

Muy pocas pruebas para arrestarlo

Amri estuvo mucho tiempo siendo observado. Él desapareció, después de todo lo que se sabe, no por la incapacidad de las autoridades, sino por la carencia de pruebas, aparentemente insuficientes como para arrestarlo. Si en el transcurso de las investigaciones actuales se llega a la conclusión de que fue erróneo, las fuerzas de seguridad alemanas tendrían que aguantar el reproche de que son incompetentes..

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