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En Alemania nacen pocos niños

Eva Usi17 de diciembre de 2012

Alemania cuenta con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo debido a la dificultad que tienen las mujeres de combinar una vida profesional con la crianza de los niños.

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Imagen: Fotolia/deber73

Pese a numerosas políticas tomadas recientemente para fomentar la tasa de natalidad, las mujeres alemanas no se muestran muy propensas a tener hijos. La razón no es la falta de dinero, ni que sean escasos los lugares en los Kitas, como se conoce a los centros en donde se cuidan a los más pequeños de edad preescolar. El cliché de la académica sin hijos sigue teniendo vigencia, según el Instituto Federal de Investigación Poblacional, que publicó el estudio “¿Por qué tan pocos niños?”. En promedio las mujeres alemanas tienen 1,36 vástagos.

No es fácil trabajar y cuidar a un hijo al mismo tiempo.
No es fácil trabajar y cuidar a un hijo al mismo tiempo.Imagen: picture-alliance/dpa

Alemania oriental y occidental

Los factores sociales y culturales juegan un papel importante. En la parte occidental de Alemania, en donde se acuñó el término de “Rabenmutter” (madre cuervo) para denominar a las "malas madres" que, como los cuervos, echan muy temprano a sus crías del nido, sigue existiendo el prejuicio contra las mujeres que dejan el cuidado de los hijos en manos extrañas para ir a trabajar. En esa zona del país un 63 por ciento de las mujeres cree que un hijo pequeño sufre si la madre trabaja.

Esa cifra disminuye a un 36 por ciento en la parte oriental del país. Y esto tiene razones históricas. En la entonces República Democrática Alemana (RDA), era común que las mujeres trabajaran y que los niños pasaran ese tiempo en jardines infantiles.

Otra cosa es, según el estudio, la percepción que tienen los alemanes respecto a tener hijos. Ni la mitad de las personas sin hijos de entre 18 y 50 años de edad considera que un niño podría traer alegría a su vida. Mientras que el 88 por ciento de los padres de niños menores de 18 años considera posible combinar vida laboral y familiar, esta opinión es compartida por un 78 por ciento de las madres.

Francia, ejemplo en Europa.
Francia, ejemplo en Europa.Imagen: picture-alliance/dpa

Francia, modelo en Europa

La política familiar alemana podría aprender algo de lo que hacen otros países europeos. En Francia, por ejemplo, el derecho impositivo es benevolente con las familias. Según Reiner Klingholz, director del Instituto para la Población y el Desarrollo con sede en Berlín, en Francia se fomenta sobre todo el nacimiento del tercer hijo. La inversión pública en la política familiar, la coincidencia de los partidos de izquierda y de derecha en el objetivo de que nazcan más niños y la aceptación social a las madres que trabajan, han permitido que ese país se convierta en modelo de natalidad en una Europa que ve en peligro su sistema de bienestar.

Francia es el Estado de la UE con la natalidad más alta, con un promedio de 2,1 hijos por cada mujer en edad fértil. En el Viejo Continente, sólo Noruega alcanza esta cifra.

Un portavoz del Ministerio alemán de Familia advirtió como resultado del estudio que la política por sí sola no puede hacer milagros. Puede establecer condiciones marco, pero no hacer que los jóvenes en edad de tener hijos se sientan más seguros. Es una labor de la sociedad en su conjunto, incluyendo a las empresas que pueden hacer más atractivos los puestos de trabajo en el que empleo y familia sean más compatibles. “Son necesarios más jardines de niños en empresas y fábricas, y un mayor reconocimiento al trabajo de medio tiempo. Todo esto debe ser considerado como una inversión y no como una carga”, dijo el portavoz.

Autora: Eva Usi / Agencias
Editor: Diego Zúñiga