Empresa alemana prepara lanzamiento del "Viagra femenino"
23 de noviembre de 2009Apartando el hecho de que ambos productos fueron desarrollados para tratar otros males, Viagra (concebido inicialmente como una droga cardiovascular) y Flibanserin (un antidepresivo) tienen muy poco en común. Viagra terminó sirviendo de gran ayuda para hombres que padecen de disfunción eréctil y Flibanserin ayuda a que mujeres premenopáusicas recuperen el deseo sexual.
"Flibanserin era un antidepresivo poco efectivo", comentó recientemente John Thorp, quien lidera la investigación en torno a este producto farmacéutico, en el marco de un congreso organizado por la Sociedad Europea para la Medicina Sexual en Lyon, Francia. "Sin embargo, observadores muy astutos se dieron cuenta de que él incrementaba la libido en animales de laboratorio y seres humanos también. Por eso condujimos múltiples pruebas clínicas", agrega Thorp.
Un descubrimiento excitante
En las pruebas que tuvieron lugar en Canadá, Europa y Estados Unidos, cerca de dos mil mujeres premenopáusicas consumieron Flibanserin o un placebo durante 24 semanas. Los análisis demostraron que las mujeres que tomaron 100 milígramos de la droga cada día percibieron una "notable mejoría" en el número de sus "encuentros sexuales satisfactorios" y en los niveles de deseo sexual experimentado.
"Básicamente, es una droga similar a Viagra, en el sentido de que los bajos niveles de deseo sexual o de la libido representan el problema sexual femenino más frecuente, así como la disfunción eréctil es el problema sexual masculino más común", explica Thorp.
Disponible comercialmente en tres años
En este momento Flibanserin es una droga en fase de experimentación. Sin embargo, Andreas Barner, director ejecutivo de la empresa farmacéutica Boehringer, sostuvo en julio de este año en la revista alemana Wirtschaftswoche que la droga podría salir al mercado en dos o tres años. Un vocero de Boehringer –la compañía farmacéutica más grande en Alemania después de Bayer– aseguró que se estaban cumpliendo con las exigencias establecidas para introducir el producto en Estados Unidos, Europa y otros mercados.
La empresa considera que la anafrodisia o el deseo sexual inhibido es una condición de salud sexual femenina poco conocida que afecta a una de cada diez mujeres, nada más en Estados Unidos. No obstante, para muchos críticos, la anafrodisia es una condición inventada que beneficia sobre todo a la industria farmacéutica.
¿Problema inventado o real?
La terapeuta sexual y activista Leonore Tiefer, por ejemplo, ha estado escribiendo desde hace mucho tiempo sobre lo que ella considera patrañas de los laboratorios. Ella y otros especialistas coinciden en percibir esta nueva droga como una tendencia a convertir en patologías médicas respuestas sexuales normales que resultan de factores que nada tienen que ver con la medicina, como el estrés, los problemas de pareja irresueltos, problemas de autoestima o autopercepción, o, simplemente, el cansancio típico que afecta a las mujeres que deben atender al trabajo fuera del hogar, al trabajo doméstico o a los hijos.
Sin embargo, una portavoz de Boehringer insta a los críticos a escuchar a las mujeres que tienen este problema. "Hay una necesidad real, casi desesperada", dijo recientemente al ser entrevistada por el diario Tagesspiegel. "Esta no es una dolencia inventada, es un problema real".
Autor: erc/dc/Reuters/afp
Editora: Emilia Rojas Sasse