Hasta 7.000 euros le puede costar a una familia pasar allí una semana de vacaciones. Para la jet-set es un lugar absolutamente idílico en Baviera. Está cerca de la frontera con Austria, a 1.100 metros de altura, y sólo se accede a él a través de una carretera privada. En 1996 Dietmar Müller-Elmau vendió su empresa de software e invirtió en el hotel de sus antepasados. Se consideraba un rebelde y transformó el negocio familiar que ya estaba pasado de moda en un spa moderno. En 2005 un gran incendio redujo a cenizas todo su esfuerzo. 35 millones de euros le costó la reconstrucción. Christian Pricelius nos presenta un retrato del hombre que, contra viento y marea, se mantuvo firme en su objetivo y que el próximo verano alojará los jefes de Estado y de gobierno del G-7.